El 30 de abril se viste de fiesta en México para celebrar el Día del Niño, una fecha especialmente dedicada a los más jóvenes del hogar. Desde 1924, este día ha sido una ocasión para que familias, escuelas y diversas organizaciones gubernamentales realicen actividades lúdicas y educativas, promoviendo así un ambiente de alegría y conciencia sobre los derechos infantiles. La institución de esta fecha fue una iniciativa del presidente Álvaro Obregón y su Ministro de Educación, José Vasconcelos, quienes ese mismo año ratificaron la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño.

Esta declaración internacional, adoptada en 1924, juega un papel crucial al establecer principios básicos para la protección de los niños. Según Unicef, el documento subraya la necesidad de asegurar los medios adecuados para el desarrollo de la niñez, ofrecer ayuda especial en momentos de necesidad, garantizar protección contra la explotación y fomentar una educación que desarrolle la conciencia social y el sentido del deber entre los más jóvenes. La celebración del Día del Niño en México no solo refleja un compromiso con estas directrices internacionales, sino que también subraya la importancia de la infancia en la estructura social y cultural del país.

A nivel global, el Día Universal del Niño se conmemora el 20 de noviembre, según lo designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), marcando la fecha en que se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959. Sin embargo, México sigue celebrando su propio Día del Niño el 30 de abril, destacando su compromiso continuo con los derechos y el bienestar de los menores, un compromiso que busca educar y proteger a la futura generación en su desarrollo integral.