ESTADOS UNIDOS.
Al igual que en Estados Unidos, donde hay incendios en el oeste, varios países se han visto devastados recientemente por incendios atribuidos al impacto del calentamiento global, pero también a focos de corta y quema que escapan a todo control.
BRASIL
Entre enero y agosto, los incendios forestales afectaron 121.318 km2 en Brasil, de los cuales 34.373 km2 en la región amazónica y 18.646 km2 en el Pantanal, el mayor humedal del planeta, según el INPE, un organismo gubernamental.
Los incendios comienzan cada año en junio/julio, con la estación seca, y duran hasta octubre. Se deben principalmente a focos de corta y quema tradicionales que, a menudo, se vuelven fuera de control, como este año en el Pantanal debido a una sequía excepcional.
También está en juego la eliminación de los restos de tala de árboles del año anterior, sobre todo en la Amazonia, donde prácticamente todos los incendios son ilegales.
ARGENTINA
El delta del río argentino Paraná, uno de los más potentes y ricos en biodiversidad del mundo, ha sido azotado por una terrible sequía y, desde principios de año, se ha visto afectado por incendios sin precedentes.
En total, los incendios afectaron a 11 de las 23 provincias argentinas, destruyendo unas 120.000 hectáreas.
Según el ministerio de Medio Ambiente, 95% de los incendios forestales son provocados por el hombre con colillas de cigarrillos mal apagadas, fogatas, o bien por corta y quema en terrenos baldíos. La falta de precipitaciones, las altas temperaturas, la baja humedad o los fuertes vientos contribuyen a su propagación.