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EL PAN, A PUNTO DE QUEBRARSE

Los desencuentros que provocó una reciente reunión entre los aspirantes a candidato a gobernador del Estado y la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), no implican de entrada que haya una desunión o que, como ya ha pasado en anteriores elecciones, el proceso se enturbie y se salgan de la institucionalidad. Sin embargo, es claro que hay un factor que hace ruido entre los perfiles panistas, y que, si no es atendido con prontitud, podría significar un nuevo fracaso para el blanquiazul.

El jueves 15 de octubre, se reunieron en la sede del PAN seis de los siete aspirantes a la candidatura (Xavier Azuara Zúñiga no asistió), con el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), Juan Antonio Aguilar Hernández.

En la reunión, establecieron diversos puntos para “lograr generar acuerdos políticos respecto a la forma en cómo se deben de elegir a los aspirantes para que puedan ser votados por la militancia en las elecciones internas del Partido Acción Nacional”.

El problema es que la minuta de trabajo hablaba de un método de selección previo a la votación de la militancia, el cual, no formaba parte los acuerdos generados en la pasada sesión del Consejo Estatal de Acción Nacional, en el cual se habló sobre la elección interna.

La propuesta fue que se realizaría una encuesta abierta a los ciudadanos realizada por dos diferentes casas encuestadoras, “mismas que serán previamente votadas y aprobadas por quienes suscribimos la presente”.

También, el documento compromete a los aspirantes a que para la votación interna solamente se registrarán los primeros tres aspirantes que salgan en la lista con mayores posibilidades de ganar la contienda constitucional.

Los panistas ya habían hablado de que solamente tres de los siete aspirantes participarían en la elección interna, sin embargo, lo que no tenían acordado era el método para llegar a esos tres, y el hecho de que el Comité Estatal haya propuesta que fuera mediante una encuesta abierta, prendió las alarmas de algunos de los aspirantes.

La forma en la que el PAN propone depurar su lista, por supuesto que dejó inconformes a algunos, específicamente, al senador con licencia, Marco Antonio Gama Basarte, y al ex diputado local, Alejandro Lozano González. El primero, incluso refirió que este tipo de procedimientos han provocado en anteriores ocasiones que se judicialicen los procesos.

Gama Basarte, se pronunció mediante en el sentido de que la propuesta de un nuevo método de selección, es violatoria de los acuerdos tomados por el Consejo Estatal, por lo cual, se opuso “rotundamente”, porque la propuesta, "simple y sencillamente, desconoce el procedimiento que acordaron los consejeros estatales del partido en la última asamblea y cancela la posibilidad de llevar a cabo un proceso democrático”.

Lozano González, quien desde siempre se ha pronunciado a favor de que las candidaturas en el PAN sean definidas por la militancia, pero también, abiertas a la ciudadanía para palpar quiénes realmente tienen posibilidades de ganar una elección, en este caso advirtió que el método planteado favorece a quienes ostentan un cargo público dado que tienen mayor exposición mediática.

Justamente ahí entra el problema. Uno de los aspirantes mejor colocados es el alcalde de la Capital, Francisco Xavier Nava Palacios, quien, como se ha documentado con datos oficiales, ha gastado más de 42 millones de pesos para publicitar su imagen.

La sobre exposición mediática del alcalde, aunado a que los otros aspirantes que tienen un cargo público no tienen las economías que el edil para publicidad, lo coloca en una situación bastante ventajosa con respecto a sus compañeros, y era lógico que alguno brincaría.

Si el PAN quiere ganar la gubernatura, con Nava Palacios o con cualquier otro, debe cuidar primero sus formas y blindar sus procesos internos para generar la unidad de la que tanto hablan, pues aunque por ahora no se puede hablar de que está quebrado, si siguen así, será cuestión de tiempo.

 

fernandogarduza@gmail.com