Clavadistas mexicanas sacan provecho de la pandemia

Alejandra Orozco y Gabriela aprovechan el tiempo para afinar la ejecución de un clavado con el que esperan conquistar una presea el próximo año.

Para la dupla de clavadistas mexicanas conformada por Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio debido a la pandemia por coronavirus se convirtió en una oportunidad para mejorar.

Ambas han aprovechado el tiempo para afinar la ejecución de un salto con el que esperan conquistar una presea en el verano del próximo año, cuando se llevaría a cabo la aplazada cita olímpica.

Orozco y Agúndez ya habían dominado un selectivo nacional y buscarían el pasaje en la Copa del Mundo de Tokio que se pospuso para el próximo año, pero ambas y su entrenador Iván Bautista sabían que lograr una medalla sería complejo, porque aún no dominaban una ejecución de tres vueltas y media hacia atrás que tiene un grado de dificultad de 3.3 y que ya realizaban las duplas consideradas favoritas.

Luego de tomarse unos días libres en marzo tras el anuncio de la posposición, la pareja comenzó a trabajar en ese salto y finalmente ha logrado dominarlo.

"Fue una noticia dura el aplazamiento, el saber que estábamos en la recta final de cuatro años de trabajo y de estar pensado en esa plaza, en esa medalla, pero supimos adaptarnos y quisimos hacerlo de la manera positiva, buscando aumentar el grado de dificultad y siento que vamos bien”, dijo Orozco en una videoconferencia.

“Llevamos varios años trabajando juntas y siendo la pareja fuerte y estable de México, ahora queremos más ese lugar olímpico porque queremos mostrar que podemos lograr la plaza y la medalla olímpica. Vamos a dar todo por el todo con el grado de dificultad y buscar sorprender para México”, añadió.

Orozco conquistó ya una presea olímpica en Londres 2012, en sincronizados de 10 metros al lado de Paola Espinosa. Tenía apenas 15 años y se convirtió en la medallista olímpica más joven en la historia de México.

Cuatro años más tarde, en Rio 2016, se fue con las manos vacías y ahora espera lograr el boleto y volver a un podio en Tokio.

Agúndez, de 20 años, se convirtió en la pareja de Orozco cuando la veterana Espinosa emigró al trampolín. En caso de clasificarse, serían sus primeros Juegos Olímpicos.

"Estamos muy motivadas este tiempo de más que vamos a tener, Lo vamos a tomar de la mejor manera, buscando una mejor preparación con un mejor grado de dificultad que nos pueden dar unos buenos puntos más para estar mejor rankeadas a nivel mundial”, dijo Agúndez, quien ya conquistó presea en los Olímpicos de la Juventud realizados en Buenos Aires 2018.

Agúndez logró sus primeros éxitos bajo la tutela del entrenador cubano Yuneski Hernández, quien falleció en mayo. Ahora su crecimiento va de la mano de Bautista, candidato a llevarse el Premio Nacional del Deporte este año.

"En sincronizados tengo muchas ganas de que ellas demuestren todo lo que hemos hecho en esta temporada. Para un entrenador es satisfactorio ver como solitas entrenan con esa mentalidad de trascender”, dijo Bautista, quien vio necesario agregar ese clavado para lograr la meta.

"Haciendo un análisis mundial, China, Canadá, Rusia y las coreanas tienen un clavado de tres y media vueltas hacia atrás que ya intentamos la temporada pasada, pero no lo incorporamos por el riesgo de no ejecutarlo bien, pero ya en estas 18 semanas lo intentaron y ya están listas para ejecutarlo”.

 

Con información de AP

Imagen @CONADE