Acoso, normal y de todos los días; urgen actuación del estado

Demandan construir una sociedad que garantice a las mujeres una vida libre de agresiones.

La normalización de la violencia contra las mujeres ha impedido que se tome en serio la necesidad de legislar sobre el acoso sexual, un problema que se afronta cotidianamente a nivel doméstico, en el trabajo, las calles y el transporte público.

Así lo advirtieron impulsoras de una ley que, desde la asociación civil Repara Lumea Contra La Violencia de Género busca castigar este tipo de hostigamiento que sigue siendo invisible para autoridades, parlamentarios y quienes lo ejercen. 

Valeria López Vela, directora general de esa asociación y académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señaló que la impunidad alrededor de la violencia sexual, “la práctica de mirar los cuerpos de las mujeres como si fueran mobiliario público funcionó casi por 25 siglos. Pero ya no”.

La doctora en Filosofía, directora en 2018 de las Jornadas para la Prevención y Atención del Hostigamiento y Acoso Sexual para la Sedena, dijo que el Estado debe actuar frente a “esta práctica perversa del pasado”, como parte de la obligación de construir una sociedad que garantice a las mujeres una vida libre de violencia.

“No tenemos los instrumentos jurídicos suficientes para poder ir avanzando en la prevención, atención, investigación y sanción de los casos de violencia en contra las mujeres, específicamente en los casos de violencia sexual, acoso y hostigamiento”, alertó la también académica del ITAM e integrante del SNI.

Argumentó López Vela que esa ley resulta fundamental para construir un andamiaje legal que persiga una seguridad ahora inexistente para niñas, adolescentes y mujeres en sus propios domicilios, espacios de trabajos y comunidades.

Para la directora general de Repara Lumea resulta vital romper con la resistencia cultural, institucional y legislativa. “Nomás no quieren porque piensan que es su derecho laboral el hostigamiento, ¡pues no es un derecho laboral!”, sostuvo.

Al referirse a la iniciativa presentada en el congreso de la CDMX, atorada desde abril, López Vela señaló que ésta se encuentra alineada con los compromisos internacionales de México en la materia.

La diputada local AlesSandra Rojo de la Vega, quien impulsa la propuesta de Repara Lumea, lamentó el retraso en su dictaminación y atribuyó este hecho a la resistencia que los propios legisladores tienen a reconocer que el acoso es una conducta que debe sancionarse.

Explicó la diputada capitalina que en la propuesta se establecen sanciones para la persecución, el acorralamiento, la exhibición de órganos sexuales y conductas que generan temor respecto a la seguridad sexual de las mujeres.

Para la coordinadora de la bancada del PVEM en el congreso de la CDMX, en la actualidad no hay manera de probar ni de castigar el acoso que cotidianamente afrontan las mujeres cuando alguien las persigue, se restriega en sus cuerpos o les grita en la calle: “Por eso ninguna mujer se atreve a denunciar, ninguna mujer confía en las autoridades, porque no va a pasar nada”, expuso.

“Legislar contra el acoso es muy importante porque es problema que enfrentan las niñas, las jóvenes y las mujeres desde el núcleo familia, en el transporte, la escuela, el ámbito docente, en el laboral, en las calles, en todos lados”, enumeró Rojo.

Sin embargo, no existe un tipo penal bien establecido al respecto. Pero el acoso persiste. Entre enero y octubre se reportaron 4 mil 219 incidentes tan sólo en la capital del país.

“Hemos normalizado esto por años y años, generaciones tras generaciones, donde tenemos normalizadas todas estas actitudes, los micromachismos y esto se ve reflejado en el congreso por supuesto”, planteó la parlamentaria.

Flor Aydeé Rodríguez Campos, directora ejecutiva de Repara Lumea, expuso que es muy importante que se reconozca la necesidad social de castigar el acoso sexual como una medida indispensable para atender y pretender la erradicación de la violencia en contra de las mujeres.  

Maestra en derecho constitucional y derechos humanos, la feminista comentó que en otros países existen leyes específicas para el acoso sexual, como es el caso de Argentina. 

“Nuestra misión ir visibilizan ese acoso, ir nombrándolo, decir que sí existe, que sí es un problema, que no es normal, que no está bien”, expuso.  

Comentó lo que actualmente contiene el Código Penal resulta obsoleto para castigar esa modalidad de violencia de género.

 

Por Excélsior