titulo_columna
Contra Corriente
Liderazgo político

La verdad mata

“Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos, no creemos en ella en absoluto”

Noam Chomsky (1928-X). Lingüista, filósofo y activista estadounidense.

 

Del año 2000 a la fecha se han registrado en México más de 130 asesinatos de periodistas documentados en diversos medios, estos hechos han sido relacionados con la profesión que tenían. La gran mayoría previamente fueron torturados.

Nuestro país se ha convertido desde hace diez años, en el lugar más peligroso en el mundo para ejercer el periodismo según la UNESCO.

Hoy en día el 99% de los culpables se encuentran libres, y las carpetas de investigación no han avanzado para esclarecer los hechos.

El periodismo consiste en investigación, reflexión y comentarios sobre los sucesos de la sociedad que son vistos por una lupa para difundir sobre el acontecer del día a día.

Sin embargo, el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza, y falta de garantías laborales, amenazan a los comunicadores sociales, lo que ha generado una autocensura en decremento del valor periodístico, que debe garantizar una democracia.

La falta de garantías y protección a los periodistas genera una opaca libertad de expresión, en deterioro de la democracia. Ha estas amenazas se suman la concentración mediática y políticas autoritarias sobre medios. Por lo que el actual escenario constriñe las oportunidades del periodismo de servir como canal de expresión pública y control político.

La violencia ejercida contra periodistas como consecuencia del ejercicio libre se su profesión ha tenido una creciente en el país. Dada la debilidad institucional que caracteriza a México, y sobre todo en las instituciones vinculadas al quehacer de la justicia el ejercicio del periodismo se ha visto vulnerable.

En ese sentido, los grupos de poder o actores aludidos por la prensa han reaccionado cultivando violencia contra los periodistas, ya sea para impedir ser objeto de información, para retraer a otros o simplemente como represalia.

El ejercicio de la libertad de expresión es un derecho clave para el fortalecimiento de un régimen que pretende ser democrático, y el Estado Mexicano sigue sin poder garantizarlo.

El poder difundir libremente información, sigue siendo un tema de debilidad para el Estado, pues no se ha tenido la voluntad política que involucre a distintas esferas y ordenes de gobierno. De no ser así el número de agresiones continuará y seguirá en aumento.