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Reto ecológico para el siglo XXI

“Durante miles de años Homo Sapiens se ha comportado como un asesino ecológico en serie, ahora esta transformándose en un asesino ecológico en masa” (Harari)


La humanidad está enfrentando un colapso ecológico. Se esta desestabilizando la biosfera global, tomamos recursos del entorno mientras vertemos desechos y veneno. Utilizamos el fósforo como fertilizante en pequeñas cantidades como un nutriente para el crecimiento de las plantas, pero al utilizar cantidades excesivas es toxico. El exceso de fósforo envenena los ríos, lagos y océanos y esto tiene un impacto devastador en la vida marina. 
De seguir así, aniquilaremos gran porcentaje de todos los seres vivos y debilitaremos los cimientos de la humanidad. Estamos a tiempo de resolver el gran enigma desde hace más de un siglo. La tierra tiene que volver a respirar a ser lo que era para que el ser humano viva sin agobios ni presiones.


Lo mas preocupante es la emisión de gases de efecto invernadero como dióxido de carbono. Hacen que el clima de la tierra cambie a un ritmo alarmante y provocaremos un cataclismo irreversible, el aumento de temperaturas incitará la expansión de los desiertos, la desaparición de los casquetes polares, el aumento del nivel de los océanos y acontecimientos meteorológicos extremos como huracanes y tifones. 


Todos estamos conectados y nada se podrá solucionar si actuamos solos.


La industria de la carne no solo infringe un dolor incalculable a miles de millones de seres dotados de sensibilidad y estas empresa es una dela principales caudas de calentamiento global, una de las principales consumidoras de antibióticos y venenos y contaminadora de aire, tierra y agua.


En esta industria hacen falta 15.000 litros de agua para producir un kilo de carne de res, contra los 287 litros para producir un kilo de patatas (el poder de decidir).


Los gobiernos, empresas e individuos pueden hacer grandes cosas efectivas para evitar el cambio climático. Países y naciones han tomado acuerdos y hemos de trabajar coordinadamente para descarbonizar el mundo y dejar de utilizar el petróleo. Y si ellas no lo hacen, la población de los países debemos ejercer el poder que tenemos para favorecer con nuestras compras un comercio favorable a nuestro medio ambiente.


¿Qué hacer? Comer más vegetales y frutas, utilizar menos el automóvil, favorecer productos de cercanías, entre otras muchas posibilidades.


La guerra nuclear, el colapso ecológico y la disrupción tecnológica amenazan el futuro de la civilización humana.