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Nuestra salud y la felicidad

¿Cómo afecta la felicidad o la falta de ella a nuestra salud? Se ha demostrado que ser feliz es bueno para la salud, tanto física como emocional. La nutrición, la actividad física y la salud emocional son los tres factores que más influyen en nuestros hábitos saludables. Así, un estudio del Instituto Pascual Sanz: “¿Qué es la felicidad?” señala que todo el mundo deseamos alcanzarla y parte de las estrategias cruciales para lograr la felicidad en nuestra existencia tiene que ver con la salud.

Los efectos de la felicidad sobre le organismo son múltiples: mejora el humor, se potencian las funciones del sistema inmunitario, aumenta la tranquilidad y disminuye la ansiedad y el estrés, se reduce el dolor, el ritmo cardíaco baja, e incluso, se retrasa el envejecimiento y ayuda a prevenir enfermedades como el parkinson. 

La felicidad resulta clave para la salud física y emocional. El estado físico y emocional junto con la nutrición son ejes primordiales para una mejor salud. Las dimensiones física, mentales y anímicas de una persona son realidades que no se pueden separar, ya que nuestra salud, bienestar y felicidad dependen en gran medida del cuidado que tengamos de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma. El médico y divulgador Mario Alonso Puig enumeró tres disciplinas que son claves para conocernos mejor: la neurociencia afectiva (emociones), la neurociencia contemplativa (efecto de la meditación), la psicología positiva, fortalezas y virtudes humanas. Se trata de que nuestra vida sea sana, próspera y feliz.

La ciencia identifica factores que promueven la felicidad, el cerebro libera dopamina, endorfina y serotonina, sustancias llamadas hormonas de la felicidad, vinculadas con el bienestar y el placer.

Los problemas fisiológicos no permiten la producción de esas substancias y nos causan problemas de ansiedad y depresión.

Thomas Gilovich, psicólogo y catedrático de la universidad de Cornell, ha comprobado que el deporte, escuchar música, bailar y viajar proporcionan felicidad. Una mayor felicidad que la que se obtiene al comprar bienes materiales.

 

Alimentos felices.

Los alimentos felices contienen triptófanos, un aminoácido que estimula la segregación de serotonina. Estos alimentos son: el chocolate, las nueces, los plátanos, las almendras y los lácteos, entre otros.

Prevenir la depresión a través de la comida.

Las personas que de adolescentes eran felices, al llegar a la adultez fumaban menos, bebían menos alcohol, practicaban más deporte y comían menos comida basura. Investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, concluyen que una adolescencia feliz es un factor que ayuda a predecir una vida adulta con bienestar y más saludable.

Hagamos valer nuestro poder de decidir la información científica y el comercio ético, ya que son primordiales para una mejor salud y una mayor felicidad. Vamos a construir, cada día, otra forma de vivir.

 

Nuestra salud y la felicidad en Territorio Mexica

 

https://youtu.be/qihXENiU5ik