La Real Asociación Neerlandesa de Fútbol (KNVB) ha impuesto un total de 167 sanciones a clubes en las últimas dos temporadas por disturbios relacionados con los aficionados, marcando un preocupante aumento en comparación con las 29 sanciones emitidas en las dos temporadas previas a la pandemia. Esta estadística pone de manifiesto un incremento significativo de la violencia en los estadios.

Dichas sanciones han sumado alrededor de 920.000 euros en multas, según datos recientes de la televisión pública NOS. Los principales incidentes incluyen el uso de fuegos artificiales, lanzamientos de objetos al campo, insultos y acoso hacia jugadores y árbitros, y altercados más graves como incendios y asaltos al campo.

El PEC Zwolle encabeza la lista como el equipo más sancionado desde la pandemia, con 15 sanciones en total. Por otro lado, el PSV Eindhoven y el FC Utrecht han sido penalizados por cánticos racistas dirigidos a jugadores del Ajax de Ámsterdam.

En competencias europeas, el Feyenoord de Róterdam ha recibido 18 sanciones por la UEFA, acumulando más de 800.000 euros en multas, la cifra más alta en Europa. A nivel nacional, la cifra de aficionados vetados de los estadios ha ascendido a 1.747, reflejando la gravedad de la situación. Uno de los incidentes más notables ocurrió en febrero, cuando un joven irrumpió en el Philips Stadion durante un partido entre el Sevilla FC y el PSV Eindhoven, intentando atacar al portero Marko Dmitrovic.