La migración en América Latina, es un fenómeno que día con día crece más. Miles de personas cruzan por territorio mexicano, en búsqueda del llamado “sueño americano”; en la búsqueda de un mejor trabajo o solamente escapando de las crisis políticas y sociales de los países latinos. Los que llegan a la frontera méxico-estadounidense, tienen que enfrentar un proceso enorme y peligroso antes de poder llegar a tierras norteamericanas

 

A pesar de que el mandatario estadounidense, Joe Biden incentiva, mediante la habilitación de la aplicación (CBP one) que permite el cruce de migrantes por vías legales, mucha gente opta por contratar guías (llamados coyotes) para atravesar ríos o desiertos en lugar de atender los medios oficiales.

 

La política CBP one, ha sido criticada por sus limitaciones que dejan fuera a quienes no tienen acceso a internet.

 

Asimismo, la política migratoria permitió la entrada de 38 mil personas, mientras que 170 mil obtuvieron citas en el primer semestre del año.

 

Por otro lado, las autoridades hicieron 145 mil detenciones de migrantes, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés).

 

Los cruces más peligrosos

 

 

La mayoría de los migrantes optan por utilizar el río Bravo, también llamado río Grande. De acuerdo con un informe de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), de la Secretaría de Gobernación (Segob).

 

En el reporte se lee que la mayoría de los viajeros buscan lugares con poca presencia de agentes migratorios, "aunque éstas representen un mayor riesgo al estar ubicadas en zonas desérticas o partes del Río Bravo que son más difíciles de atravesar".

 

Las áridas tierras del desierto sonorense

 

Un camino que desafía y pone en riesgo la esperanza de alcanzar el "sueño americano" es el que une Sonora con Arizona y se extiende hacia una parte de California. Los migrantes que eligen esta ruta enfrentan una travesía extremadamente peligrosa.

 

Durante casi 7 días, los migrantes caminan bajo el abrasador sol, mientras las temperaturas del terreno árido alcanzan los 40 grados Celsius. A lo largo de este recorrido, son vigilados de cerca por la Patrulla Fronteriza.

 

El agotamiento físico se mezcla con la falta de recursos, lo que lleva a la desnutrición y a los golpes de calor entre los migrantes. En esta situación extrema, las brigadas de la Iglesia Presbiteriana de Tucson son su única salvación, proporcionando alimentos y asistencia a los necesitados.

 

La ruta a través de Baja California

 

Otra ruta significativa para los migrantes es a través del estado de Baja California, específicamente en los municipios de Tijuana y Mexicali. Conocida como la ruta del Pacífico, esta vía es la segunda más popular para cruzar.

 

Mexicali emerge como el epicentro de esta ruta, con un alto número de mexicanos que buscan llegar a Estados Unidos contratando los servicios de un "coyote" (62.1 por ciento), según resalta el Diagnóstico de la Movilidad Humana en Baja California.