En un paso sorprendente hacia la expansión de su influencia en el mundo, los líderes del grupo BRICS han extendido una invitación a seis naciones, entre ellas el principal exportador de petróleo, Arabia Saudita, e Irán. Este movimiento fue anunciado durante la cumbre anual de BRICS en Johannesburgo, donde líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se congregaron.

El 1 de enero, Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos se sumarán a este grupo como miembros de pleno derecho. Esta decisión marca la primera expansión del bloque desde el año 2010.

El propósito detrás de la ampliación de BRICS es evidente: al crecer en número, estas naciones emergentes buscan aumentar su influencia global y equilibrar el dominio ejercido por el Grupo de los Siete.

Con esta expansión, el Producto Interno Bruto (PIB) combinado de los BRICS aumentará al 36% del PIB global en paridad de poder adquisitivo, y su población representará el 46% de la población mundial. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, destacó estos aspectos mientras compartía la noticia.

En una conferencia de prensa conjunta de los líderes BRICS, el presidente chino, Xi Jinping, describió la expansión como un hito histórico y un nuevo punto de partida para la colaboración entre naciones en desarrollo. Xi subrayó la determinación del grupo de "unirse y cooperar con" otras naciones en desarrollo.

Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, se dirigió a la cumbre a través de una transmisión de video, un día después de un accidente aéreo que involucró a Yevgeny Prigozhin, líder del grupo mercenario Wagner. Aunque Putin no mencionó el accidente en su discurso, su aparición tuvo lugar dos meses después de un motín liderado por Prigozhin que desafió los casi 25 años de gobierno de Putin.