Por Redacción Contra Réplica

Tragedia racista en Jacksonville: Tres víctimas abatidas por joven

.

En Jacksonville, Florida el asesinato de tres personas a manos de un joven de 21 años, provocó la movilización de cientos de personas quienes se congregaron en una iglesia para expresar su frustración y hartazgo y lamentar un nuevo ataque racista en Estados Unidos.

A lo largo del día llegaron y se fueron personas que acudían a las múltiples misas que se ofrecieron en nombre de las víctimas. A una cuadra de la tienda de la cadena Dollar General en Jacksonville, donde las autoridades señalaron que Ryan Palmeter abrió fuego con armas que adquirió legalmente.

Durante su discurso en la vigilia, el gobernador de Florida y también aspirante a la candidatura presidencial por el Parido Republicano, Ron DeSantis, fue abucheado por los asistentes. Cabe mencionar que durante su administración se han implementado leyes de armas de fuego menos estrictas y se ha enfrentado a defensores de los derechos civiles en varias ocasiones. 

El gobernador republicano mencionó que brindará apoyo financiero para fortalecer la seguridad de la Universidad Edward Waters. Dicha institución se encuentra cerca de la zona del atentado y es históricamente una escuela negra.

“Hoy no se trata de partidos políticos (…), Una bala no sabe lo que es un partido”, señaló Ju’Coby Pittman, una concejal de la ciudad de Jacksonville que representa al vecindario en que ocurrió el ataque.

El jefe de policía de Jacksonville, T.K. Waters, identificó a las víctimas como Angela Michelle Carr, de 52 años, quien fue baleada dentro de su vehículo; al empleado de la tienda A.J. Laguerre, de 19 años, que fue baleado cuando trataba de escapar; y Jerrald Gallion, un cliente de 29 años que recibió disparos cuando entraba a la tienda ubicada en un vecindario de población predominantemente negra.

El homicida se quitó la vida mientras la policía arribaba al lugar, unos minutos después del tiroteo. El joven vivía con sus padres en el vecino condado Clay. En su casa su padre encontró una nota suicida, un testamento y un documento racista que Waters describió como “sinceramente, el diario de un demente”.