Por Redacción Contra Réplica

El presidente López Obrador realizó una visita relámpago a Guerrero tras el paso del huracán 'Otis'

A pesar de las dificultades, el presidente mexicano recibió un informe inicial sobre la situación.

La noche del miércoles, después de un largo viaje por tierra desde Ciudad de México hasta Acapulco, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a la ciudad costera. Su travesía estuvo marcada por desafíos: deslaves en la carretera México-Acapulco, un atasco causado por un vehículo militar, un cruce a pie de un río, una caminata entre maleza y, finalmente, un viaje de regreso a la capital en helicóptero.

Una vez en Acapulco, López Obrador se reunió con altos funcionarios, incluyendo al secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval; el de Marina, Rafael Ojeda; de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y la coordinadora de Protección Civil Nacional, Laura Velázquez, además de autoridades estatales y municipales. Juntos, evaluaron los daños causados por el huracán "Otis". 

A pesar de las dificultades, el presidente mexicano recibió un informe inicial sobre la situación. Sin embargo, debido a las condiciones climáticas desfavorables, no pudo volar de regreso y optó por un helicóptero de la Armada de México para su retorno a Ciudad de México.

El huracán "Otis", que rápidamente escaló todas las categorías hasta alcanzar la máxima, la categoría 5, azotó las costas de Guerrero. Las infraestructuras quedaron gravemente dañadas, y aunque los informes iniciales no indicaban pérdidas humanas, más de medio millón de personas quedaron sin electricidad. Los poderosos vientos de "Otis" causaron el colapso de 58 estructuras de alta tensión, dejando a numerosos municipios a oscuras y afectando las comunicaciones.

A pesar de que "Otis" se debilitó a una tormenta de baja presión sobre Michoacán, las intensas lluvias, impulsadas por los restos del huracán, persistieron, manteniendo la región en alerta. A medida que los habitantes se preparan para enfrentar los desafíos que seguirán a este fenómeno natural, Acapulco se sumerge en un período de recuperación y reconstrucción, marcado por la incertidumbre y la determinación para superar la adversidad.