El peso mexicano concluyó el año 2023 con su actuación más destacada en más de tres décadas, experimentando una apreciación del 12.9%, consolidándose como una de las monedas más fuertes frente al dólar. Este fenómeno, catalogado por algunos como el "súper peso," sorprendió a analistas y a la comunidad financiera, siendo incluso más favorable de lo anticipado a principios del año.

La moneda mexicana cerró en 16.9540 unidades por dólar, superando las expectativas iniciales que proyectaban un tipo de cambio cercano a 20.20 por dólar. 

El inusual rendimiento del peso durante 2023 se atribuye principalmente al atractivo que generaron flujos externos, impulsados por la política restrictiva adoptada por el Banco de México desde 2021 para combatir la inflación postpandemia. La tasa clave de interés mexicana se ha mantenido en un máximo histórico del 11.25%, considerablemente superior a las tasas ofrecidas por otras economías, como Estados Unidos.

Sin embargo, las perspectivas para 2024 plantean desafíos, ya que se espera que el Banco de México inicie una reducción de las tasas de interés a partir del primer trimestre, lo que podría resultar en un ajuste de la moneda y llevarla a niveles superiores a las 18 unidades por dólar, según encuestas recientes de expectativas.

Banco Base señaló en un análisis que, además del cambio en la política monetaria, factores como la proximidad del fin del sexenio y la ausencia de riesgos con respecto a la autonomía del Banco de México y la calificación crediticia de la deuda soberana de México contribuyeron al desempeño del peso en 2023.

El panorama para 2024 se vislumbra como un año de volatilidad, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales en México en junio y en Estados Unidos en noviembre. A pesar de los retos, analistas consideran que un tipo de cambio alrededor de 18 unidades por dólar sería aceptable, aunque reconocen que se avecinan escenarios desafiantes para la divisa mexicana.