Por Ana Alamilla

Nueva Zelanda considera otorgar derechos humanos a las ballenas

Líderes Maoríes buscan protección legal para los cetáceos, inspirados en precedentes de ríos y montañas.

En un movimiento sin precedentes, el rey maorí de Nueva Zelanda, Tuheitia Paki, ha hecho un llamado poderoso durante una reunión en Islas Cook, instando a que se otorguen a las ballenas los mismos derechos que disfrutan los seres humanos. Este pedido pone de manifiesto la preocupación creciente por el bienestar de estos majestuosos seres marinos, venerados por las comunidades indígenas del Pacífico como entidades sagradas.

 

La iniciativa, que se cristalizó en la firma del manifiesto "He Whakaputanga Moana" (Declaración para el Océano), surge como respuesta a las múltiples amenazas que enfrentan las ballenas, desde la sobreexplotación pesquera hasta el impacto devastador de la contaminación y el cambio climático en sus hábitats. Tuheitia Paki expresó su alarma por el declive en los cantos de las ballenas, un aspecto culturalmente significativo para los maoríes, señalando un deterioro ambiental que requiere acciones urgentes.

 

La propuesta no solo busca establecer un marco legal para la protección de las ballenas sino también promover un enfoque colaborativo que integre el saber ancestral indígena con la investigación científica actual. Con ello, se espera desarrollar estrategias de conservación más efectivas que aborden las necesidades específicas de estos gigantes del océano.

 

Cuando Nueva Zelanda reconoció derechos legales a elementos naturales clave, esta nueva petición reafirma el compromiso del país con la protección ambiental y el respeto a la cosmovisión indígena. La medida, respaldada por tratados históricos como el de Waitangi, subraya la importancia de considerar a las ballenas no solo como especies a proteger sino como portadoras de derechos inherentes, en un esfuerzo por garantizar su supervivencia para las generaciones futuras.