Si usted tiene problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), existe un organismo público descentralizado que es la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) que proporciona de forma gratuita, ágil y sencilla servicios de orientación, asesoría, consulta, representación y defensa legal, investigación, recepción y trámite de quejas y reclamaciones contra actos u omisiones de las autoridades fiscales federales que vulneren los derechos de los contribuyentes, así como de acuerdos conclusivos como un medio alternativo para resolver de forma anticipada y consensuada los diferendos que durante el ejercicio de las facultades de comprobación surjan entre las autoridades fiscales los contribuyentes, o bien, para regularizar la situación fiscal de estos últimos.

José Gabriel Gómez Rodríguez, delegado de la Prodecon explicó que se tiene una nueva cultura contributiva la cual se necesita que se tenga una prevención, esto se logra con el conocimiento de la situación fiscal, el estatus y el régimen en el que se encuentra cada contribuyente, para que conozca sus derechos, contribuciones y obligaciones lo que permite tener un abanico de posibilidades en distintas estrategias.

“Muchas de las ocasiones no queremos saber nada de nuestra situación fiscal y se busca a los gestores que realice un esquema para poder darnos por cumplido, sin embargo es una pequeña bola de nieve que se va generando a mediano y a largo plazo”, indicó.

Asimismo remarcó que el desconocimiento termina generando un daño patrimonial a las personas, se han tenido situaciones en donde nunca se tuvo el acercamiento y sin embargo están dados de alta en el SAT y se tiene la obligación de cumplir.

“Sabían ustedes que se tiene una ley de derechos del contribuyente, por que no necesariamente lo que nos dice la autoridad esta adecuado y real, por esa está un procuraduría que de manera gratuita les puede acercar servicios para orientar y asesorar para verificar que los actos de la autoridad están debidamente generados”, mencionó.

Finalmente recordó que se an tenido situaciones en donde las personas dadas de alta en el SAT, nunca hicieron caso a las llamadas de la autoridad y se termina por ejecutar créditos fiscales generando recargos que terminan siendo muy elevados por la omisión que por la propia contribución.