Es una realidad, y quien por animadversiones quiera descartar de entrada al alcalde de San Luis Potosí, Francisco Xavier Nava Palacios, o al diputado federal, José Ricardo Gallardo Cardona, para la elección de gobernador en el 2021, está totalmente equivocado. Ambos tienen posibilidades reales de aparecer en las boletas, aunque lo que definirá el triunfo de uno u otro no solo depende de una buena campaña o de los “buenos deseos” de los dos por sacar adelante a San Luis Potosí.
Frentes morenistas a nivel local y federal han rechazado en más de una ocasión una alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en San Luis Potosí, o que Gallardo Cardona sea su candidato. Antes de esos descartes deberían enfocarse en lograr acuerdos en su propio partido, para las renovaciones nacional y estatal.
El dirigente estatal de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Sergio Serrano Soriano no ha logrado posicionar a la institución política en la entidad, más allá del efecto AMLO del 2018. No existe en la entidad un perfil morenista de peso, o al menos, que tenga gran ventaja sobre otros para ser candidato a gobernador.
El caso de Esteban Moctezuma Barragán parece más una operación en otros niveles para posicionar a alguien que al gobernador Juan Manuel Carreras López no le desagradaría como su sucesor. Lo han intentado también, sin éxito, con Juan Ramiro Robledo Ruiz y José Antonio Lorca Valle.
Ante un panorama de indefinición en Morena, en el PVEM las cosas están bastante claras. La carta que presentará al momento de negociar la posible alianza con Morena es Gallardo Cardona; por eso, el nerviosismo que a los grupos de poder les causa que alguien ajeno a ellos se coloque en la antesala de la gubernatura, los ha hecho operar con medios nacionales un golpeteo que tiene la única finalidad de desgastar al perfil mejor posicionado en estos momentos de cara al 2021.
En dado caso de que se logre esta alianza, pero Gallardo Cardona no sea el candidato, el trabajo realizado hasta ahora por el grupo político que encabeza, le da la suficiente fuerza para seguir posicionándose, incluso para el 2027, pues con 38 años de edad, en su caso el tiempo no apremia. Lo que es una realidad es que la alianza sí podría garantizarle el triunfo a Morena.
El caso de Nava Palacios es más complicado, pues a diferencia de Gallardo Cardona no tiene toda una estructura que lo respalde. Podría ser la carta del PRD que se encuentra en un momento de conversión, o incluso acercarse a Movimiento Ciudadano, pues todo indica que con Acción Nacional no tiene posibilidad.
Si las posibilidades de que Gallardo Cardona sea el candidato de la alianza Morena-Verde-PT parecen complicadas, las de Nava Palacios son casi imposibles, pues ya está encarrilado en un proceso interno del PAN que seguramente no le beneficiará, esto lo llevará a perfilarse por el PRD, lo que en automático echaría abajo una alianza, o en dado caso, antes de que el PAN defina, el PRD deberá condicionar la alianza a que el alcalde sea el candidato. El problema es que el PRD no está para condicionar algo.
El escenario en el que Gallardo Cardona es candidato del Verde, Nava del PRD, y Morena, el PAN y el PRI presentan sus propias propuestas, es seguramente el más conveniente para los grupos de poder, pues la distribución de los votos por la separación de fuerzas políticas como Morena y el Verde, les podría garantizar que quien llegue es afín a sus intereses.
Hay una operación desesperada por dañar la imagen de Gallardo Cardona, desde la guerra sucia en páginas de Facebook financiadas desde la oficina de Comunicación Social del ayuntamiento, hasta las columnas nacionales que lo único que demuestran es el nerviosismo que le provoca al régimen, siquiera pensar en uno de los Gallardo como gobernador.
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