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El Mirador
Redacción

Inseguridad, pandemia y corrupción, el legado de Xavier Nava

Se ha borrado el gobierno municipal de la capital potosina, la ola delictiva no tiene precedentes, doce mujeres asesinadas en enero, comerciantes asaltados con violencia, ejecuciones diarias y otros delitos que evidencian el fracaso del alcalde con licencia Xavier Nava y su marioneta en funciones Alfredo Lujambio.

Los signos de ingobernabilidad son manifiestos y se pone a la luz la corrupción de Nava: las 200 patrullas que se rentan a un costo millonario no se ven por ningún lado, están paradas en algún estacionamiento escondido o nunca llegaron y se pagan como si estuvieran en funcionamiento, el edil con licencia tenía que solventar el favor político a empresarios que lo hicieron llegar al poder y que mejor –para él-, que hacerlo con recurso público.

Recordemos que el ayuntamiento firmó un controvertido contrato de arrendamiento con la empresa Clear Leasing por un monto de 112 millones de pesos, pero el proveedor final del parque vehicular fue la distribuidora Nissan Torres Corzo, propiedad del clan Torres Corzo, con beneficio directo para Carlos Torres Rodríguez, uno de los financiadores y amigos más cercanos del edil con licencia, Xavier Nava Palacios.

El titular de la DGSPM, Oswaldo Jiménez Arcadia, traído de Guanajuato sin ninguna justificación y desde antes de la pandemia ya había mostrado su incapacidad y desconocimiento de la seguridad pública, no termina de conocer la ciudad y es parte del grave problema de corrupción de policías y agentes de tránsito. No se le ve por ningún lado.

Por el contrario se atreve a decir que la gente es la culpable de que los asalten, porque no se organizan, como si uno supiera el momento en que los maleantes van a atacar; la gente está cansada de las injusticias y la falta de seguridad, yo conozco a mi gente y sí se llegan a organizar no será para retener a las ratillas respetuosamente, la gente va a actuar atándolos a un poste y dándoles trancazos hasta casi matarlos, así van a querer hacer justicia con su propia mano, ah y no olvidemos el quemón en redes sociales para que la gente esté alerta.

Luego ya no solo los ladrones serán los criminales sino la gente que los agreda.

Otro desaparecido desde hace varios meses es el secretario general del ayuntamiento potosino, Sebastián Pérez García, sin ninguna experiencia en la función pública al igual que la mayoría de los titulares de las direcciones municipales, contagiado o no del COVID-19 no asiste a su oficina ni se informa de cuál es su situación de salud.

La ambición política de Nava, ya perdió la candidatura al gobierno estatal y ahora busca con prepotencia reelegirse en la alcaldía con las siglas del Movimiento Ciudadano, ha hundido a la capital potosina en una grave crisis de inseguridad que trata de eludirse culpando al gobierno federal, de que es un problema nacional.

La realidad ha colocado a Nava como un irresponsable por su negativa sistemática a coordinarse con las policías de municipios vecinos, la policía estatal y la Guardia Nacional.

Y para mantener el control político sobre una buena parte de las organizaciones de comerciantes del tianguis de Las Vías, Nava y Lujambio alientan su instalación los domingos a pesar del semáforo rojo, no hay coordinación con las autoridades sanitarias.

Inseguridad, pandemia fuera de control, uso de recursos municipales (humanos y económicos) en labores de proselitismo navista, es lo que ha distinguido la administración capitalina, con un alcalde que soñó con ser gobernador pisando los derechos de la ciudadanía potosina que merece un gobierno municipal responsable y no una gestión desastrosa, opaca y corrupta.