José Luis Romero Calzada, el bufón del gobierno del Estado comenzó su espectáculo la mañana del sábado al presentar su constancia de registro como candidato a gobernador por el partido Redes Sociales Progresistas ante el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC), donde denunció haber sido amenazado por dos sujetos que le advirtieron supuestamente que no registrara su candidatura.

Los hechos sucedieron horas antes de registrarse, mientras desayunaba en el restaurante María Bonita, ubicado en la avenida Carranza, donde, luego del supuesto ataque no había movilización policiaca, ni acordonamiento por parte de la policía de Investigación posterior a su denuncia pública.

A Romero Calzada no se le vio en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado para formalizar su denuncia, no se descarta la idea de que el ahora candidato a la gubernatura de Redes Sociales Progresistas -un partido nuevo que no tardó nada en adaptarse al prehistórico comportamiento de los partidos actuales- esté utilizando la inseguridad y la ola de ejecuciones que se viven en San Luis Potosí para fingir un atentado manchar el proceso electoral.

Como se espera, la candidatura de José Luis Romero Calzada no servirá para ganar la gubernatura, tampoco para dividir el voto de los partidos fuertes que contienden, sino para protagonizar una temporada más de payasadas, mentiras y ridículos para tratar de desprestigiar al rival más fuerte de la elección a gobernador.