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El Mirador
Redacción

Seguridad de potosinos nunca fue prioridad de Carreras y Nava, La Grilla, su objetivo

Feminicidios, robos con violencia y asesinatos a plena luz del día es la “herencia” que dejan a los potosinos el gobernador Juan Manuel Carreras López y el alcalde de la capital Xavier Nava en la recta final de sus administraciones.

Su indolencia tenía que alcanzar las altas esferas de la sociedad y ayer, frente a su hija, es asesinado el líder de la Coparmex en San Luis Potosí, Julio César Galindo Pérez.

De nada sirvieron los vehículos rentados por Xavier Nava para supuestamente vigilar la capital. Se gastó más de 150 millones de pesos en dicho arrendamiento y la única “beneficiaria” fue la familia Torres Corzo, porque la capital sigue sin presencia policiaca. De nada han servido las 50 mil luminarias que el alcalde con licencia pagó tres veces más de su precio porque esto no inhibió la delincuencia.

De igual manera, desde comienzos de su sexenio, cárteles de la droga empezaron a disputarse “la plaza” y a desplazar a un grupo que ya estaba asentado en el Estado, generando olas de asesinatos en las cuatro regiones, pero Juan Manuel Carreras López nunca hizo cambios, mantuvo a Jaime Ernesto Pineda Arteaga (a quien vinculan con uno de esos cárteles causante de los ríos de sangre que corren en San Luis) al frente de Seguridad Pública del Estado, y las bandas de robacarros, asaltantes en carreteras y robos a comercios y casa habitación crecieron exponencialmente.

A pesar de que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dio cuenta mensualmente de la evolución de la delincuencia en San Luis Potosí, ni Carreras López, ni Nava Palacios, ni el resto de las y los alcaldes de los municipios restantes tomaron cartas en el asunto. Hoy las y los potosinos, las mujeres, los jóvenes, los comerciantes, las y los automovilistas estamos vulnerables.