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El Mirador
Redacción

¿Y cómo nos van a entregar a San Luis?

Para el momento en que esta columna sea publicada existe una fuerte posibilidad de que los potosinos ya conozcan los resultados de los comicios en San Luis Potosí. Y será en ese momento cuando el candidato ganador a la gubernatura deberá poner atención en los detalles finos de como recibirá el estado por parte del mandatario saliente, el priísta Juan Manuel Carreras.

Es importante mencionar que cuando el nuevo ejecutivo tome protesta al máximo cargo en San Luis Potosí, la entidad estará casi saliendo de su segundo año de pandemia, sufriendo los estragos de una economía casi paralizada y un puñado de proyectos que la administración saliente no pudo concluir.

Obras como el tren ligero, el Metrobús y la rehabilitación del periférico quedaron en el abandono por parte del gobierno Carrerista. Además de una deuda que se dice, no mejoró comparada con la que habría dejado Fernando Toranzo.

Los potosinos, tienen mucho que exigir a su próximo gobernante, como es sacar al estado de una crisis sin precedentes en materia de seguridad, feminicidios y robo común, con municipios donde simplemente se volvieron “tierra de nadie”.

En materia de educación muchas escuelas en la entidad reciben alumnos de manera voluntaria en condiciones deplorables, víctimas del abandono y la delincuencia, con aulas saqueadas y pobres (o nulas) medidas sanitarias que garanticen la seguridad de los alumnos y docentes.

¿Y en infraestructura? No se puede negar que hubo un trabajo destacada en la rehabilitación y mantenimiento de las vías carreteras en San Luis Potosí, desafortunadamente dichos avances no llegaron a la congestionada mancha urbana de la capital, donde las vías colapsadas de la carretera 57 y la oscuridad que gobierna la avenida periférico provocan accidentes e inseguridad para todos los que sufren transitar por dichas arterias.

12 años de priísmo dejaron un gris legado en San Luis Potosí. Ya que en el 2009 se hablaba del estado como un posible clúster automotriz sin conseguirlo, y peor aún, conformándose con las migajas que Querétaro y Puebla nos dejaron, reduciendo la zona industrial en un clúster de armadoras y manufactura que si bien ofrece trabajos, son con pocos sueldos aceptables.

Igualmente, las esperanzas de contar con un clúster médico se han mantenido en el aire con una pobre inversión en el sector médico privado, y donde muchos culpan a su ex titular de salud la Dra. Mónica Rangel de haber presuntamente “desaparecido” recursos importantes para la compra de ambulancias, medicamentes e incluso equipo para luchar contra el COVID.

Es difícil ver un panorama positivo ante todas las características mencionadas, y, definitivamente. el ganador del proceso electoral no solo tendrá retos difíciles que afrontar en su primer año de administración, sino también deberá enfrentarse a un estado con una crisis profunda gestándose en la capital.

En tan sólo tres años Xavier Nava dejó un pésimo legado en la capital potosina, con una cantidad nula de obras de alto impacto en materia de infraestructura y accidentados programas sociales que fueron disfrazados como proselitismo o viles actos de buscar “porra” durante eventos públicos del mandatario.

San Luis Potosí capital enfrenta un déficit importante de abastecimiento de agua, una deuda histórica en las finanzas municipales y una corporación que, de pronto, se quedará sin las patrullas malamente “rentadas” por el ex panista.

Otros proyectos como la ciclovía demostraron ser un fracaso económico con el servicio de rentas de bicicletas y el programa de “bacheo” ciudadano también demostró que no pudo aguantar ni una temporada de lluvias.

Es por ello que el nuevo gobernador de la entidad deberá demostrar no sólo una capacidad excepcional en la administración pública sino también el manejo de una crisis que está más que anunciada, y que desafortunadamente nos hace perder a todos por igual.