Hace unas semanas escribimos en este espacio sobre el problema en el abastecimiento del agua que existía en la Huasteca potosina, específicamente nos enfocamos en hablar del municipio de Matlapa, sin embargo, se sumaron más localidades conurbadas a los problemas de suministro que existen en la zona derivado del crecimiento de la población, la mala planeación de los gobiernos y el desperdicio del líquido.
No contábamos con que después habría una disputa porque resulta que en Nuevo León, están reviviendo el fraudulento proyecto Monterrey VI, ahora con el nombre de Aguas del Panuco, mismo que pretende extraer agua de los mantos acuíferos de la región Huasteca, en el sur de San Luis Potosí, para trasladar por el territorio de Tamaulipas a través de un ducto el agua que sería para abastecimiento de la ciudad de Monterrey, ya que atraviesan una crisis y según expertos, solo tienen agua para un mes más.
Ante esta advertencia, el gobierno potosino ni siquiera dudó en decir no tajantemente, se sumaron a esa negativa diputados, expertos investigadores, académicos y la población entera. Luego intervino la Comisión Nacional de Agua para hacer arder más el fuego y señaló que el agua es de la nación, por lo que, si existiera un acuerdo hecho en el pasado con vigencia en la actualidad, San Luis Potosí tendría que ceder y dar agua a Monterrey.
Las declaraciones de negativa desataron el repudio de los nuevoleoneses contra los huastecos y se notaron algunas frases como “si no nos dan agua, llévense a su gente”, haciendo referencia a los cientos de trabajadores de esa región que van a ese estado del norte por oportunidades de trabajo.
Hubo burlas, memes, incluso la cancelación de un grupo musical que se presentaría en la capital tunera. Los potosinos, que regularmente tienen una pugna conocida y más de cariño que lo contrario entre capitalinos y huastecos, se unieron en redes y vinieron las imágenes de regocijo en medio de los ríos y cascadas de la región sur del estado de San Luis Potosí mostrando su “preocupación” contra las fotografías de sequía en la ciudad regia.
Pero más allá de esas “peleas” que no resuelven y no dejan espacio más que para el ocio, ¿por qué creen que no debemos darle agua a Monterrey?
Recuerdo que cuando era niña, con mis primos llegamos a “fugarnos” para meternos al río (arroyo) que está a unos metros de mi casa, en alguna ocasión, mi mamá y mis dos tías iban con dos palos en la mano porque ya les habían dicho que estábamos ahí sin permiso. Ese día, mis tías, mis primos y yo terminamos todos dentro del arroyo refrescándonos, porque sí, el calor allá es fuerte.
Ahora, cerca de 18 años después y con varios de esos años viviendo en la ciudad capital, cuando voy, repito el mismo caminar y unos metros de mi casa está el arroyo, prácticamente seco, imposible pensar en meterte a refrescar en esas aguas que además están contaminadas, hay descargas de drenaje, la altura de ese caudal no te llega más arriba del tobillo.
Es cierto que hay muchos más ríos en la zona, es cierto que tenemos en la región una de las cascadas con la caída más grande, de 105 metros en Aquismón, pero también es cierto por ejemplo que esa cascada en temporada de semana santa cuando hay estiaje de los agricultores se queda sin agua por la extracción que realizan al río gallinas.
Agua en la Huasteca tenemos, paisajes increíbles con ríos en los municipios, sí, pero mucho menos de la que teníamos antes, porque los gobiernos en los municipios no han sabido diseñar un plan estratégico que tenga como prioridad proteger esos recursos no renovables.
Más allá de las burlas en dónde lucimos llenos de agua, no le podemos dar agua a Monterrey porque en San Luis Potosí no nos sobra, también tenemos problemas de abastecimiento, sequías, y también se tiene que tandear el recurso para que llegue a los hogares.
Por eso la medida y respuesta del gobernador potosino fue defender y decir no, porque no podemos dar algo que en nuestra región también se acaba y escasea. En la Huasteca hay lugares que llevan cerca de dos meses con fallas en el abastecimiento del líquido en sus hogares y en San Luis capital hay casas que nunca han recibido agua en su toma sino es por llenado de pipas.
Sabemos que el agua es de la nación, pero no podemos dar algo que ya nos empieza a faltar, para luego tener que pedir a alguien más.
Olga Omaña