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Itzanami Espinosa
Al mirar por la ventana

El tren llamado vida laboral con destino a ser… ¿Godínez?

Solo dios y/o el universo sabrán la cantidad de almas jóvenes que sueñan o alguna vez soñaron con triunfar en el mundo de la artisteada. Sin temor a equivocarme, la realidad que rodea, y a veces atormenta, a quienes están en edad de tomar una decisión a cerca de su futuro es esta: ¿quieres vivir dignamente o hacer lo que te gusta?

Yo digo “solo dios y/o el universo”, para empezar, porque no sé en qué creas tú y para finalizar porque desafortunadamente, la respuesta a esa cruel pregunta deriva en aquel estilo de vida que involucra ser oficinista en el día y arista por las noches; una práctica que sin duda les priva de lograr el reconocimiento por lo que podrían luchar toda su vida con ese ritmo.

¿Cuántas personas conoces en esta situación? Yo, muchas y por si no fuera suficiente, también conozco algunas historias de quienes simplemente han abandonado el sueño, han tomado un rumbo laboral que nada define su personalidad o simplemente han vagado de una empresa a otra como reflejo de la falta de identidad o congruencia de lo que se piensa con intensidad y no se hace.

Entonces, la pregunta es: ¿a quién debemos/podemos culpar? Serán a caso los padres que nos obligan a elegir “una carrera de verdad”, que nos costee una vida al menos digna; será la falta de oportunidades en una sociedad que no se ha atrevido a remunerar de manera justa el talento.

Lo cierto es que, mientras la dignificación de este tipo de empleos llega, nos queda apoyarles y como dicen por ahí: consume local. Consume a tus amigos y conocidos artistas, difunde sus trabajos, hazlos sentir que tienen un público al cual llegar, un motivo para no rendirse y que ellos mismos vean los frutos de esta sociedad que ciertamente va evolucionando, esperemos que lento pero seguro.

A los/las artistas, sean practicantes de la pintura, la escultura, la música, las artes escénicas, la literatura, la arquitectura, el cine u otras: siéntanse libres, es más haganme el enorme favor de acercarse a charlar conmigo. Que este espacio, además de poder emitir una opinion en él, esté abierto a la difusión de charlas, prácticas, exhbiciones, exposiciones, conciertos y demás.

Que sea este mi granito de arena, porque, a pesar de todo, es verdad que, a la fecha, vivimos en un mundo en el que las posibilidades de tener una vida digna haciendo lo que amamos, son mayores que antes.