Dijo Rod Sterling…
Miren, lectores de esta su columna semanal enfocada a la NFL, debo serles completamente honesto. Para el proceso de escritura de este pliego de opinión que tienen frente a sus ojos, generalmente recurro a seleccionar a un equipo de la liga de fútbol americano más importante del planeta y doy mi punto de vista de su desempeño durante la semana y aderezo con algunos datos para sustentar dicha opinión, aunque a veces también puedo seleccionar un tema de alta relevancia, como en el caso de Taylor Swift en la jornada 3.
Pero esta semana, me es imposible ser tan selectivo.
Brevemente les quiero hacer la mención de que como expliqué en la entrada anterior, cualquier día cualquier equipo por el que no tenemos ninguna expectativa da un giro de 180 grados a la narrativa y puede ser la sorpresa de la semana. Sin embargo, existe un fenómeno peculiar en cada temporada de NFL. Es un fenómeno que no involucra a un solo equipo, si no a varios; que saca a muchos de sus quinielas, que hace perder dinero, que deja a los comentaristas en un limbo entre la admiración incrédula y la confusión extrema. No hay manera de predecirlo, pero nos da la certeza de que se hará presente eventualmente, como es tradición anualmente.
¿Quién diría que esta semana veríamos a un equipo de los Osos de Chicago que jugara de una manera medianamente competente? Si bien, es cierto que los Raiders de Las Vegas no contaron con una plantilla completa, los Osos tampoco. Las críticas de la temporada hacia la escuadra del Norte de Estados Unidos han estado girando en torno al pobre desempeño de su mariscal Justin Fields… y parece que dichas críticas pueden estarse justificando gracias a la ausencia de Fields y al buen juego de su suplente Tyson Bagent (de quien, honestamente, JAMÁS había escuchado hablar).
¿Alguien se imaginaba que, a pesar de que los Browns de Cleveland eran favoritos para ganar su partido contra los Potros de Indianápolis gracias a su excepcional defensa, fueran a permitir 38 puntos y además mantenerse como el juego más emocionante de la semana?
Dudo también que hubiera algún argumento para predecir que los Leones de Detroit se verían como, pues los Leones de Detroit de años anteriores en contra de Lamar Jackson y los Ravens de Baltimore. A pesar de continuar como un serio contendiente al Súper Tazón de este año, la escuadra comandada por Jader Goff se veía completamente fuera de cualquier sincronía en el campo de juego.
Escuché durante la semana varios programas deportivos que ponían en duda la capacidad del coach Bill Bellichick para continuar dirigiendo a los Patriotas de Nueva Inglaterra, y más ante la escuadra de los Bills de Búfalo que también es de los favoritos para coronarse como campeones. Y todos esos programas tuvieron qué comerse sus palabras después de que con una firme victoria Bellichick desbloqueara viejas y traumáticas memorias en las mentes de los aficionados de Búfalo, cuya fé en que este sea el año para su equipo empieza a tambalearse.
Considero que la más grande sorpresa fue darse cuenta de que el equipo que hace unas semanas se veía invencible, los 49ers de San Francisco, son un equipo de medio pelo si su receptor estrella Deebo Samuel no se encuentra en el campo. El mariscal Brock Purdy se ve perdido entre un equipo llenísimo de estrellas en prácticamente cada posición, pero sin esos espacios que libera y produce Samuel, comenzamos a ver como la máscara de los californianos se va cayendo poco a poco y nos deja ver cuales son sus carencias para que otros equipos puedan explotarlas. Y los Vikingos de Minnesota supieron hacer esto a la perfección a pesar de no contar con su receptor estrella y de jugar uno de esos partidos en horario estelar que no le favorecen al mariscal del equipo púrpura Kirk Cousins (como ya hablamos previamente)
Y de nuevo, sufrir como aficionado al ver como la ofensiva de los Empacadores de Green Bay simplemente no genera peligro, ni impone una amenaza en el juego terrestre con su defensa. Tal vez los Broncos de Denver necesitaban su primer triunfo en casa más de lo que cualquier jugador de los de Wisconsin querían estar en este juego. Tal vez es hora de considerar lo que mencioné en entradas anteriores de esta columna y dar un buen vistazo a todas las áreas del equipo de Green Bay… quién sabe. La realidad es que los verdeamarela siguen siendo un equipo que solo aparece durante un cuarto del partido, y a pesar de que la suerte les sonrió un momento, tal vez solo fue para que cuando los abandonara no doliera tanto.
¿Ven? Todo se conjuga y todo tiene un porqué. Básicamente todos los textos que he escrito se combinaron perfectamente en esta semana de resultados tan raros, inesperados y hasta frustrantes. Todos dieron tema y en algunos casos se justifican de una manera casi orgánica. Y eso que apenas nos vamos acercando a la mitad de la temporada. También puede ser que solo hayacoincidencia y me equivoque a la larga, pero por el momento voy a disfrutar mi escritura dramática accidental.
Pero eso sí, hay qué estar pendientes la próxima temporada, porque una vez más viviremos este fenómeno cuando más claras pensemos que se vean las cosas. Este juego funciona como una metáfora de la vida y esta es impredeciblemente complicada. El caos es la única constante que nos encontraremos en cada día de nuestras vidas terrenales, y muchas veces se amalgama en una cadena de eventos que puede o no presentarse a nuestro favor. No sabemos cuando, no sabemos quienes, no sabemos bajo qué circunstancias, pero de nuevo habrá una semana donde pareciera que las cosas no funcionan como deberían. Donde el universo y cada uno de los factores ajenos a nosotros nos demuestren que no sabemos nada por más que pretendamos saberlo todo.
Y cuando llegue esa semana, no estaremos solos. Estaremos con los apostadores, con los críticos, con los fanáticos, con los incrédulos, con los pesimistas, con todos quienes al unísono podemos emitir un lamento o una risa. Nos adentraremos todos juntos en un viaje a un lugar donde las estadísticas no existen, donde los conocimientos se ponen en duda y donde las perspectivas cambian constantemente hasta el punto de poder llevarnos de la incertidumbre a la locura en un instante. Estaremos todos, en palabras del gran escritor de ciencia ficción Rod Sterling, en la dimensión desconocida.
Feliz Halloween :D