Bueno muchachxs, nos acercamos peligrosamente a la mitad de la temporada 2023. El tiempo pasa verdaderamente rápido cuando cosas nuevas empiezan a pasar en el deporte del fútbol americano. Cuando menos lo esperas, ya estás organizándote con tus amigos para ver el Súper Tazón un domingo de febrero… y si eres hombre, dicha organización ocurrirá prácticamente el mismo día del partido.
Durante estas fechas ya se ve un poco más clara la proyección de los equipos para el final de la temporada: quienes son los candidatos a representar a cada conferencia en los playoffs, y quienes deben esperar mejor a que la suerte les sonría el próximo año. Las Águilas de Filadelfia, los Delfines de Miami, los Cuervos de Baltimore y los Leones de Detroit se ven como las apuestas más seguras para llegar a disputar el partido del Súper Domingo.
Pero hay 3 equipos que siguen en la conversación y la verdad es que no entiendo por qué los analistas y los fanáticos siguen dando tantos méritos para considerarlos como los cuatro equipos mencionados anteriormente. No es que sean malos, pero la verdad es que no hay muchos argumentos a favor de ninguno de ellos para sostener que esta pueda ser una temporada exitosa: los Jefes de Kansas City, los 49 ers de San Francisco y -especialmente- los Bills de Búfalo.
En verdad me parece que tanto la insistencia como las expectativas para estos equipos están bastante altas. Independientemente del récord que tienen al momento de esta publicación, sigo sin tenerles un gramo de confianza respecto a su status de “contendientes”. No se ven como los equipos dominantes de años pasados… vamos, los 49 ers ni siquiera se ven como el mismo equipo que en las 5 primeras jornadas y dudo mucho que sea solo por un jugador en la lista de lesionados. Voy a intentar ir uno por uno para justificar mis puntos de vista.
Artículo Primero:
Los Jefes de Kansas City de cierta manera tienen una responsabilidad más grande que el resto de los equipos de la liga. Son los que ve la mayoría de los espectadores, puesto que son el equipo por el que la estrella pop del momento, Taylor Swift, tiene preferencia y es a quienes los nuevos públicos que atrae esta celebridad están viendo para encantarse por el deporte. Lamentablemente, lo único con lo que se han encontrado es con juegos por demás tediosos y sin ingenio en la ejecución. Quizá esta responsabilidad está pesando más de lo esperado porque no se ha visto brillar a Mahomes como en años pasados.
A la escuadra de Missouri le falta esa chispa de espectáculo a la que nos tenían acostumbrados con Mahomes lanzando bombazos o encontrando maneras imposibles de escapar a la presión y lanzar el ovoide a media caída. Ya en años pasados demostraron que no necesitaban a Tyrek Hill para dar un juego llamativo por aire, y parecen haberse solo limitado a utilizar la carrera. Mahomes tiene la mala fortuna de tener al segundo peor cuerpo de receptores en cuestión de pases completos, y eso que la ofensiva se ha conformado con pases en rutas cortas que los vuelve completamente predecibles. Su única arma realmente segura es Travis Kelce, que convenientemente da sus mejores juegos cuando Swift está en las gradas… pero con la nueva tanda de conciertos de la gira del “Eras Tour”, quien sabe si Kelce seguirá siendo igual de confiable durante el resto de la campaña sin su novia en el palco.
Artículo Segundo:
¿Qué rayos le pasó a Brock Purdy y a los 49 ers? Parece que el mariscal de San Francisco no es el mismo desde su derrota contra los Browns de Cleveland. En ese partido, como ya mencionamos en entradas anteriores, Deebo Samuel salió lesionado y Purdy parece completamente perdido cuando sale al campo. Sus lecturas son muy inconsistentes y no puede depender del juego terrestre todo el tiempo, necesita darse cuenta de que no depende de un solo jugador. Purdy tiene el lujo de contar prácticamente con un All-Pro en cada una de las posiciones a la ofensiva, y parece que los coaches no han sabido explicarle que este es un juego de equipo y que él es el mariscal titular. No está ahí para cubrir huecos o carencias, está para trabajar con su personal y ser el líder que los lleve a la victoria.
Purdy no es el único problema, para ser honestos. La defensa juega como si no fuera una unidad de élite. A pesar de permitir menos de 25 puntos en cada partido, antes de la semana 6 permitían menos de 17. Esos 8 puntos son la diferencia entre ganar y perder un partido en la liga, y la unidad defensiva del “Estado del Oro” debería ser consciente de como han dejado ir los partidos por darle más oportunidades a los rivales de avanzar en el marcador y de controlarles el tiempo. Y lo mismo, este equipo está lleno de All-Pro también en la defensa, y no han sacado a relucir ese privilegio en las últimas 3 semanas.
Artículo tercero:
Fuera máscaras… ¿De veras alguien le tiene fe a los Bills de Búfalo? En dos de sus partidos han tenido una suerte envidiable. En este momento estarían con récord perdedor si no fuera porque los árbitros han tenido unas deliberaciones sumamente dudosas a favor de este equipo. En ningún momento se ha visto la defensa de los Bills como la que se veía en años pasados.
Es muy raro, porque a pesar de seguir con un buen paso durante la jornada, la mayoría de los fanáticos hemos dejado de hacerles caso paulatinamente. Es como si ya estuviéramos predestinado el desenlace de la temporada de los Bills sin siquiera reconocer su existencia esta temporada. Digo, allá están, ganando a medias pero ganando al final del día.
Mira… tan poca fe les tengo que ya ni siquiera sé qué decir de ellos a parte de reafirmar que no es el equipo de años pasados y han tenido suerte de no verse mucho peor.
Ya para cerrar, sé que vamos a la mitad y todavía falta mucha temporada como para contar a estos equipos como “impostores”... pero también depende de los equipos dar ese salto, sustentar su récord y defenderlo a capa y espada. Los tres equipos que ponemos en tela de juicio tienen sus motivos para ganar el Súper Tazón y tendrían que ser mucho más contundentes para sustentar dicho objetivo planteado al inicio de la campaña. Ahora, si parte de la narrativa es darle un poco de drama a la situación, no creo que ahora sea el mejor momento para escribirle el guión a una temporada que puede terminar antes de llegar al capítulo final de la temporada.