La Vivienda: El Corazón de Nuestro Desafío Urbano
La vivienda es fundamental y un derecho transversal. Sin ella, ¿cómo acceder a otros derechos fundamentales como el trabajo, seguridad, salud, entre otros? En San Luis Potosí, la crisis de vivienda es palpable. Carla Escoffié, en su reciente libro "Vivienda Sin Techo", destaca la alarmante falta de viviendas económicas y hace poco en una conferencia en la Facultad del Hábitat compartió un dato alarmante: solo cuatro “viviendas económicas” construidas este año. Este déficit en este segmento no es solo un problema de puro diseño arquitectónico y comercial, si no es un problema grave político, económico y social.
Una casa no es solo un techo y cuatro paredes. Es el epicentro de nuestra existencia urbana: trabajo, movilidad, comunidad. Debemos replantearnos: ¿Es suficiente construir más casas? La respuesta es no. El modelo actual, dominado por intereses financieros de desarrolladores inmobiliarios, a menudo ignora el desarrollo socioambiental sostenible. Necesitamos un cambio de paradigma.
Creo que el primer paso hacia la transformación, aunque uno de los menos comprendidos por la población en general, es el de nuestra legislación, pues la normativa urbana está desfasada, no se alinea con los problemas y contexto actual. No reflejan las complejidades del San Luis Potosí de hoy, debemos actualizarlas, no solo desde perspectivas técnicas o económicas, sino también considerando los desafíos sociales y ambientales y es por eso la relevancia de nuestra participación en estos temas. Es crucial que el ayuntamiento represente la voluntad mayoritaria, no solo los intereses de unos pocos.
No dudo que la clave para un futuro sostenible es la inclusión de los ciudadanos en el proceso de desarrollo urbano, la participación ciudadana. No solo para resolver problemas actuales, sino también para anticipar y evitar futuros desafíos. Y no solo como derecho, sino también como una responsabilidad por nosotros y los nuestros. Si los desarrolladores y las autoridades escuchan y atienden las preocupaciones de la comunidad, se facilitará una convivencia armónica y sostenible.
Una solución prometedora son las cooperativas de vivienda. A través de ellas, se reduce el costo de la vivienda, se promueve la planificación colectiva y se fomenta la cohesión social. Aunque su desarrollo puede ser más complejo y prolongado, ofrecen una alternativa viable y sostenible a los modelos tradicionales. Y esto no significa que sea para todos, solamente es una alternativa para promover el acceso a este derecho.
San Luis Potosí está en un punto de inflexión. Podemos seguir el camino trazado por intereses económicos y desarrollos insostenibles, o podemos elegir un futuro más inclusivo y sostenible. Este cambio empieza con nosotros, los ciudadanos, y nuestra participación activa en la creación de la ciudad que queremos.