Amigues, hoy quiero hablar de los Cleveland Browns. ¿Por qué? Bueno, además de ser una de las franquicias más viejas de la NFL, tienen una historia fascinante (que no abordaremos en este espacio por el momento, pero digamos que cierto Bill Bellichick pasó por esa franquicia) y porque parece un buen momento para hablar de uno de los equipos con las peores fortunas de la NFL.
Empecemos por lo evidente: siempre han tenido una carencia en la posición de mariscal de campo. Junto a los Osos de Chicago, esta es la posición donde más dificultades han encontrado para cubrir y ser consistentes. Hay una famosa imagen donde un fanático de este equipo tiene un Jersey que menciona en lista a todos los mariscales que han tenido al frente desde el 2002... y es una lista que no es para nada corta.
Hace 2 temporadas, pensaron que sus problemas se solucionarían firmando al ex-mariscal de los Texanos de Houston, Deshaun Watson. La suerte obviamente no les iba a sonreír, pues Watson enfrentaría cargos por conductas inapropiadas y lo sería suspendido casi la mitad de la temporada 2022. Y para acabar de echar tierra a la tumba, esta temporada el artillero de los Browns no ha hecho más que enfrentarse a un sinnúmero de lesiones que lo han relegado a ser espectador en más de la mitad de los juegos que van de esta temporada.
Si el equipo oriundo de Cleveland se mantuvo con el récord que tiene al momento, es porque en su defensa encontraron una respuesta a las interrogantes que los mantenían en el limbo de la conversación del equipo que pretendían ser al inicio de la década. Incluso sin su corredor titular, Nick Chubb, los Browns encontraron la manera de superar adversarios de cuidado, como lo fueron los 49ers con una plantilla completa. El problema seguía recayendo en su mariscal, ya que es un área que irónicamente se nota que no hay 32 humanos en el planeta capaces de jugar a los niveles de exigencia de la liga.
Hace unas semanas, firmaron al veterano Joe Flacco con la esperanza de que diera pulso a una temporada que se mantiene esperanzada gracias al buen trabajo del resto de las áreas de su plantilla… y hasta el momento es un experimento que ha rendido frutos.
Así como la franquicia de los Browns ha despertado dudas respecto a su consistencia para ser parte de los equipos contendientes para llegar el Super Tazón, en su momento Falcao era puesto en camisa de once varas respecto a su habilidad como titular cuando era el timonel de la escuadra de los Ravens de Baltimore. Y con todo y esas dudas, Flacco no solo ganó la edición 47 del campeonato, sino que mantuvo un estatus de “jugador franquicia” durante el tiempo que vestía de morado y negro.
Ha intentado retirarse muchas veces, pero siempre hay un equipo que lo busca para tener un poco más de seguridad al momento de soltarle las riendas a un mariscal inexperto. Parece que los equipos tienen ese encanto por asignarle la responsabilidad de dirigir a los novatos y hacerlos sentir bienvenidos en un ambiente tan hostil como lo es una liga profesional, de un deporte tan exigente como lo es el fútbol americano, y que drásticamente cambia al dar el salto desde el nivel colegial a la NFL.
Hoy en día, Flacco es el líder de la ofensiva de los Browns de Cleveland, y parece que el momento no pudo haber sido más idóneo para ambas partes. El veterano ha pasado ya la expectativa de vida en términos deportivos para jugar su posición, y sigue lanzando hermosas espirales que aterrizan en sus receptores con la misma potencia y precisión que cuando jugaba en sus mejores años. A pesar de ser puesto en duda muchas veces por su paso en equipos menos talentosos, como los Jets de Nueva York o los Broncos de Denver, en este momento se encuentra como responsable de que el equipo naranja siga con un buen paso y perfilándose a ser uno de los rivales más fuertes de su conferencia de cara a los playoffs.
Cada vez que lo veo analizar el perímetro dentro de la bolsa de protección, veo la experiencia que los Jets desearían tener con Aaron Rodgers al mando de su ofensiva. Se le ve tranquilo, sereno, confiado de que a pesar de los años aún puede desempeñar un papel de extrema importancia para una ciudad y un equipo que no ha tenido más que desilusiones y amargos tragos de mala suerte desde que se reintegró a la liga en el 2002. Me hace sentir que con una línea ofensiva excepcional o un poco mejor de la que tiene ahora, podría jugar hasta entrados sus 40's como lo hizo Tom Brady.
Ahora, no hay que confundirnos. No digo que sea tan bueno como Brady, pero sí reconozco que es la respuesta a una situación que en su momento se vio desesperada por parte de los Browns, y que afortunadamente ha estado dando resultados convincentes. Lo que sí pienso todo el tiempo es que también debe de estar exhausto de la presión, la docencia del juego, las lesiones, los golpes, los insultos, las dudas… no me parece que tenga mucha fuerza física, sino también emocional como para abandonar sus momentos de paz y decidir regresar una y otra vez a una liga que, aunque lo necesita más de lo que creen, no lo respeta lo suficiente.
Va a ser muy interesante ver a Flacco dirigir a este equipo lo que resta de la campaña y con posibilidades de llegar a los Playoffs. Quién sabe, tal vez en un momento sublimemente poético le toque enfrentar a los Ravens… un equipo que en un momento decidió darle la espalda y voltear hacia el futuro, pero esta vez junto al equipo que son el mero reflejo de ellos mismos. Qué guion más dramático el ver como los Browns enfrentan al equipo que deberían ser cuando los movieron a Baltimore y luego los reintegraron sin pena, ni gloria, ni respeto… pero con la diferencia de ser dirigidos por el mariscal que le dio a Baltimore su último campeonato hace ya más de 10 años.