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Alberto Flores
El emparrillado

En efecto… los Playoffs son Cine

18 semanas. Más de 200 partidos. Lesiones, decisiones controversiales, predicciones, cambios, novatos brillando, veteranos contemplando sus últimas temporadas, altas, bajas, Taylor Swift... Todo eso para llegar a reducir a los candidatos a únicamente 14 equipos (7 por ambas conferencias) que pelearán este mes de Enero para consagrarse en el evento televisivo más visto del año en un intento por alcanzar el máximo galardón del circuito de fútbol americano profesional: El Trofeo Vince Lombardi.

 

Es vida o muerte. No hay medios tonos… ganas y avanzas. Pierdes y vuelves a casa a reconsiderar tu plantel, tus estrategias, tu futuro y tus pasos próximos que pueden estar cada vez sobre superficies más delgadas. 

 

Pero como en toda gran novela, en esta hay muchas narrativas. Dramas que no solo mantienen al público armando teorías sobre las premisas que se nos presentan, sino que sirven de motivación a cada equipo ante su rival en este fin de semana de comodines. Es una oportunidad para exorcizar demonios, para exonerar pecados, para cambiar opiniones… es cine.

 

Empecemos por los Leones de Detroit y los Carneros de los Ángeles. Los primeros entraron a la temporada 2023 como los más prometedores y decepcionaron un poco, pero cumplieron con las expectativas, ganando su primer campeonato divisional (Norte de la NFC) en 30 años con un mariscal que todos señalaban como ‘mediocre a duras penas’, pero que con la actitud correcta y una plantilla excepcional logra contagiar a esta ciudad de esperanza y de una emoción que bien tienen merecida. Por otro lado, los Carneros llegan con un montón de huecos por la falta de primeras rondas en el draft, colateral de su avaricia por ganar un Super Tazón hace tres años; pero en su plantilla tienen al dúo de receptores más dinámicos actualmente en Cooper Kupp y Puka Naccua, y defensivos que aún los mantienen en la conversación para ser un verdadero dolor de cabeza para los equipos mejor calificados.

 

¿La carnita del asunto? En 2021, Los Leones intercambiaron al mariscal Matthew Stafford por Jared Goff con los Carneros. Stafford llevó a los Leones a playoffs, pero nunca pudo darles un Campeonato de División, y Goff nunca pudo brillar en el sistema de los Carneros. Hoy que intercambian lugares, Stafford vuelve a la ciudad que lo detuvo tanto tiempo en la mediocridad, pero portando otro uniforme con el que sí se pudo coronar campeón… y Goff recibe en Detroit al equipo que le dio la espalda, cargando con la promesa y responsabilidad de ser él quien lleve a los Leones, su nuevo equipo, a su primera aparición en el Super Tazón. 

 

Luego están los siempre esperanzados Vaqueros de Dallas recibiendo al sorpresivo equipo de los Empacadores de Green Bay. Nadie daba un peso por el equipo que se deshizo de Aaron Rodgers previo al inicio de la campaña de 2023, y hoy están calificados con el plantel más joven en la historia de la liga y con un mariscal que los tiene mirando atentamente hacia el futuro, porque Jordan Love ha demostrado continuamente que es SU EQUIPO, e intentará deshacerse de la sombra de su mentor que lo sigue acechando constantemente. Mientras los Vaqueros se enfrentan a su archinémesis… literalmente. Los Vaqueros fueron eliminados por Green Bay en 2014 en la jugada más controversial de la última década, y luego en 2017 cuando se veían como el equipo más fuerte de la liga, Rodgers hizo una jugada imposible para darle a su pateador la distancia necesaria para mandarlos al juego de campeonato y eliminar otra vez a los Vaqueros.

 

¿La Carnita del asunto? El coach de los Vaqueros, Mike McCarthy ganó el Super Tazón 45 cuando dirigía a un joven Aaron Rodgers en Green Bay. El Súper Tazón lo ganó en Arlington, Texas; la casa de los Vaqueros… el escenario que ve a estos dos viejos conocidos enfrentarse una vez más, y donde Green Bay no ha perdido NI UNA VEZ desde ese mágico campeonato. La tarea de McCarthy es sencilla: ganar. Si gana, demuestra que su habilidad como entrenador estaba limitada por el ego de Rodgers y la conservadora administración de los Empacadores. Más importante aún, conserva su empleo… porque el dueño Jerry Jones lo trajo a ganar, no a sentirse seguro con temporadas ganadoras que no concretan campeonatos.

 

Por último, los Jefes de Kansas City y los Delfines de Miami. Durante la temporada baja, los Jefes se deshicieron de la mejor arma ofensiva de Patrick Mahomes, Tyrek Hill. El receptor ha sido una bendición para los Delfines de Miami que encuentran oportunidades de destrozar a sus oponentes gracias a la absurda velocidad del llamado “Cheetah”. Error para los Jefes, que han dejado de ser ese equipo tan dominante y aterrador. Mahomes no encuentra seguridad en nadie de sus receptores y tienen la presión encima de ser los representantes del más nuevo grupo de fanáticos de la NFL: las Swifties. Las distracciones hacen que parezca que la salida de Hill fue extremadamente contraproducente para los Jefes. Pero Mahomes sigue siendo Mahomes y la post-temporada es su momento de brillar… Ojalá ese también sea el mantra de sus receptores. 

 

¿La carnita del asunto? Básicamente, el tema de Hill, pero va a ser interesante ver como el entrenador de los Delfines Mike McDaniel demuestra que su equipo está listo para lo que sea, luego de esa ridícula derrota ante los Bills de Búfalo la última semana que fue más producto de la mala fortuna de los Delfines que de la habilidad de los Bills.

 

Ya me extendí mucho, pero estoy emocionado. Todo este chismecito rico es lo que le da sazón al juego, lo que hace que espere con ansias esta época del año. Si usted es nuevo en este deporte, prepárese a ver a los equipos con otra cara, distinta con creces a la mostrada en la temporada regular, porque se están jugando el todo por el todo. 

 

Dama, caballero, ente no binarie… ¡Bienvenide a los Playoffs!