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Alberto Flores
El emparrillado

La hora marcada

Bueno, pues aquí estamos. Después de 5 meses, más de 200 partidos jugados en más de 30 ciudades a lo alto y ancho de nuestro vecino del norte. Dos equipos, un artista que yo sinceramente consideraba completamente desaparecido del radar, y varias narrativas llegan al compromiso del domingo 11 de febrero que se celebrará en el nuevo y flamante Allegiant Stadium en la ciudad de Las Vegas, Nevada.

 

Hablamos por supuesto de la edición número 58 del Súper Tazón, el evento deportivo más televisado del año y cúspide de la liga más poderosa de los Estados Unidos: la NFL

 

Es emocionante saber que un año ha pasado desde que Patrick Mahomes conquistó por segunda vez en su joven carrera un trofeo Lombardi (nombre del trofeo que se le da al ganador del Super Bowl) y que se encuentra frente a la oportunidad de repetir la hazaña a pesar de lo inconsistente que es su cuerpo de receptores.

 

También daba curiosidad saber qué tan cierto era que la ausencia del joven mariscal Brock Purdy de los 49ers de San Francisco durante el Campeonato de la Conferencia Nacional el año pasado había sido determinante en su derrota para llegar al gran baile el año pasado. La escuadra californiana está llena de estrellas en cada posición del emparrillado y era lógico que se considerara un fracaso la temporada si este año no llegaban a disputar el último partido.

 

Ambos mariscales han tenido qué lidiar con la crítica, con las dudas, con el asedio de los medios y de sus propios fanáticos que constantemente ponían un signo de interrogación en sus desempeños y los de sus equipos cada vez que algo se salía del curso natural de las cosas. Y como los profesionales que son (o que pretenden ser) ha sido un esfuerzo paulatino el ir demostrando que tienen la habilidad y la capacidad para demostrar que si tienen el lugar que tienen dentro de sus equipos y de las conversaciones en torno a la liga es porque tienen el talento suficiente para sustentarlo.

 

Claro que hay puntos negativos en ambos equipos:

 

Por un lado, los Jefes están en el constante ojo del huracán. Ser los campeones y uno de los equipos más ganadores actualmente los convierte en los villanos constantemente porque parece que todo les sale bien: desde sobrevivir partidos complicados gracias a la defensa que sustituye las carencias que demuestra la ofensiva, hasta ser parte de la pareja más importante y mediática del año (de quien ya he hablado bastante). Todos son factores que ejercen presión en ellos para desvanecer esa creencia popular de que los árbitros o la liga tiene un favoritismo hacia ellos. Es un arma de doble filo ser el equipo más popular actualmente de la liga porque parece que todos sin importar su contexto están en contra tuya.

 

Del otro lado, para los 49ers es una historia de venganza. No solo porque enfrentan al equipo que les arrebató su sexto título, si no que el año pasado pudieron estar aquí de no ser por la lesión de Purdy, pero no son el equipo imbatible que presentaron a lo largo de la temporada. Lejos de las derrotas por las lesiones, los Cuervos de Baltimore expusieron a un equipo que aunque es veloz también es inconsistente en su defensa. Eso quedó demostrado en el juego contra los Empacadores de Green Bay y contra los Leones de Detroit, aunque también se nota que es un equipo que sabe sobrellevar la adversidad aún yendo 17 puntos abajo en el marcador. Y en la ofensiva tienen las herramientas suficientes para no desmoronarse a pesar de lo holgado que pueda verse el marcador, como lo demostraron en ambos partidos ya mencionados ¿Ha sido la suerte un factor? Por supuesto, pero el no aprovechar esas ligeras oportunidades que da el azar me parece ridículo.

 

Tal vez por diversos temas (como Travis Kelce y Taylor Swift, o la familia de Patrick Mahomes, o no ver a los Leones en el campo, o no saber su Usher tiene 13 minutos de catálogo para rellenar el espectáculo de medio tiempo) este no es el Súper tazón que esperábamos, pero es el que tenemos. Tendremos comerciales de presupuestos absurdos, celebridades, adelantos de películas para el 2024, reuniones con la familia, conversaciones intensas, consumo de comida chatarra y todo eso que caracteriza un super domingo como lo ha hecho todos los años desde que existe.

 

Mi recomendación es que usted lo disfrute, le vaya o no a quien juega, se sepa o no canciones de los artistas, le entienda o no usted al juego. Este evento es la excusa perfecta para juntarnos entre familia y amigos, y disfrutar una tarde que promete ser espectacular. ¡Que pase un feliz Súper Tazón!

 

Dato extra: Si usted quiere disfrutarlo con sus pequeños, le recomiendo la transmisión de Nickelodeon. Es una verdadera maravilla a nivel gráfico y tecnológico. También va a haber una interpretación de Bob Esponja extraída del episodio “Banda de Tontos” previo al partido.