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Alberto Flores
El emparrillado

Cambios Extraños

¿Vieron Toy Story? Quiero pensar que lo hicieron ya fuera en su momento, 1995, o un poco más adelante en sus vidas. Para ponerlos en contexto rápido, trata sobre un vaquero de juguete que debe enfrentarse a la realidad de que el niño que juega con él está descubriendo nuevos horizontes en un astronauta de juguete mucho más moderno. El vaquero mira con preocupación como la vida que conoció antes se modifica sin que pueda hacer nada para detenerlo a pesar de sus maliciosos esfuerzos por deshacerse del juguete rival.

¿Por qué hago esta analogía? Porque los fans de la NFL son exactamente como el vaquero Woody, siempre “sufriendo” una serie de cambios extraños de los cuales solo pueden reafirmar su posición en el mundo remitirse a ser simples espectadores.

Lo anterior lo digo porque hay nuevas reglas que se han implementado para la temporada que viene este año, y los fans de este deporte alrededor del mundo están furiosos al no poder proteger al deporte que tan celosamente defienden tanto de críticas como de modificaciones, sean estas o no benéficas para el desarrollo del deporte y sus involucrados.

Todos los años, los dueños de los equipos se reúnen para lanzar propuestas tanto administrativas como deportivas para mejorar la calidad del juego. Durante este año hubo algunas modificaciones en procedimientos muy cásicos para evitar lesiones en los jugadores: la prohibición de una forma de tackleo particular que ha roto varios tobillos y un cambio de procedimiento en las patadas de salida (que son por mucho la jugada más peligrosa del deporte por ir a máxima velocidad a impactarse contra un jugador que a penas tomó impulso para acelerar). Ambas reglas están sujetas a modificaciones dependiendo de su grado de efectividad en la práctica, por lo cual existe la posibilidad de anularlas o seguirlas modificando hasta que queden bien integradas en el reglamento.

Pero, así como cuando una “rubia desabrida” (odio a los hombres, la neta) atentó con manchar con su feminidad lo sagrado del deporte de señores machos alfa, estas nuevas reglas atentan contra el tradicionalismo del deporte que estos señores han conocido durante la mayor parte de sus vidas. Que nadie se atreva a tocar sus preciosos domingos con sus propuestas que hacen de este un deporte más delicado y al que se le ha quitado toda su esencia.

Yo sé que se rehúsan a creerlo tanto como los vecinos norteamericanos se niegan a creer que sus estados sureños alguna vez pertenecieron a México, pero la realidad es que el futbol americano se ha enfrentado, año con año, a una cantidad enorme de cambios desde su concepción. Desde la integración de las pecheras y barras en los cascos, hasta la forma de jugar que comenzó a volverse más enfocada el juego aéreo en los 80’s… fíjense en esto: tuvieron que pasar casi 100 años desde la concepción del deporte para que las ofensivas aéreas fueran la norma, pero uno o dos para que los jugadores tuvieran protecciones adecuadas para sus cuerpos. Por lo cual podemos decir que, al menos a nivel conciencia, siempre se ha optado por cuidar la integridad de los jugadores.

Todos los cambios son difíciles. Significan abandonar una parte de nosotros en pro de algo desconocido que parece ser un volado. Pero si soy muy honesto, ese miedo de soltar debería aplicar para situaciones de la vida que nos afecten más directamente. Este es un deporte de cambios constantes y hay que acostumbrarse a la idea de que un jugador que nos gusta mañana puede jugar con otro equipo, así como ser conscientes de los deportes se encuentran atados a complacer a la mayoría y usualmente a quienes están involucrados en ellas, ósea os jugadores y los dueños.

Para nosotros es un domingo de chelas con los compas o la familia, pero para ellos puede representar un retiro prematuro de un objetivo que tenían toda su vida. Las millonadas que les pagan están la mayoría del tiempo condicionadas a las cláusulas médicas y muchas veces también están para garantizar una vida digna luego de las lesiones. Y me enfoco principalmente en ese punto porque si hay cambios en la liga es precisamente para evitar ese tipo de percances. Nadie quiere que el señor que está viendo el juego se enoje y sienta que lo han traicionado y que todo es obra de la “generación de cristal” que vienen a imponer su voluntad; son decisiones tomadas por gente de muchos más años y con mucha más experiencia que busca seguir mejorando el deporte que, no sé si amen, pero que sí les llena los bolsillos.

¿Quiere boicotear a pesar de saber todo esto? Adelante. Solo le advierto que allá afuera hay un mundo de cambios constantes y si usted se aparta de esa constante del universo, habrá otros 5 interesados en conocer más de lo que usted abandonó.

Un último cambio. Pepe Segarra, un colaborador de Televisa cambió a Fox recientemente, lo cual va a ser interesante de ver ya que José Pablo Coello y otros colaboradores son mucho más liberales que los compañeros de Segarra en Televisa. Ese cambio por ejemplo sí afecta la vida de alguien directamente, pero no mencioné mucho este cambio porque fue un pleito por un vasito.