Ante la propuesta de regular el ruido en las playas de Mazatlán, Sinaloa, un grupo de músicos de banda tomó las calles para expresar su descontento. Equipados con tubas, tamboras, clarinetes y trombones, los manifestantes avanzaron por la zona turística de la ciudad, encontrándose con la oposición de la policía municipal que intentaba evitar el bloqueo de la avenida.

Las tensiones se manifestaron en jaloneos entre los músicos y las autoridades, situación que fue captada en videos compartidos en redes sociales, evidenciando el desacuerdo sobre este tema. La protesta surge luego de que la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas solicitara la prohibición de los grupos de banda en las zonas playeras, argumentando que el ruido molesta a los turistas extranjeros.

Este descontento también ha provocado un debate sobre la gentrificación en Mazatlán, luego de que circulara un letrero con el logotipo del condominio Camino al Mar, el cual prohibía la contratación de grupos musicales o bandas en el área de playa frente al condominio. Esta medida ha generado polémica en las redes sociales, donde algunos usuarios expresan su apoyo a los músicos de banda y critican la imposición de normativas que afectan una tradición arraigada en la cultura local.

“Se les recuerda que está prohibida la contratación de cualquier grupo musical o banda en el área de playa frente al condominio al mar concesionada al condominio”, se lee en español y en inglés.

En este contexto, destaca la voz de uno de los manifestantes, quien declaró: "Nos sentimos agraviados por estas medidas que pretenden silenciar nuestra música, que es parte de nuestra identidad y nuestra forma de vida. No podemos permitir que intereses ajenos afecten nuestra tradición".

La protesta de los músicos es una resistencia ante los intentos de regular el espacio público y la cultura local, generando un debate sobre los derechos de los artistas y la convivencia entre la industria turística y las tradiciones locales en destinos costeros como Mazatlán.