Las guarderías públicas y privadas en San Luis Potosí están sujetas a un estricto régimen de inspecciones por parte de los Servicios de Salud a través de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS). Estas acciones de fomento sanitario y vigilancia constante se realizan para garantizar que las instalaciones y el personal de estas estancias infantiles no pongan en riesgo la salud de los menores. Es imperativo que cada establecimiento posea un Aviso de Funcionamiento vigente y que la infraestructura sea adecuada para cuidar de los niños adecuadamente.

Desde el inicio del año hasta la fecha, se han revisado 72 guarderías, evaluando tanto las instalaciones físicas como al personal que interactúa con los niños. Las inspecciones incluyen muestreos de alimentos preparados para análisis microbiológicos y una verificación exhaustiva que las instalaciones cumplan con la Norma Oficial Mexicana 032-SSA3-2010. Estas normativas abarcan múltiples aspectos, desde la limpieza de las instalaciones y la seguridad de su ubicación, hasta la adecuada señalización, salidas de emergencia, y la calidad del agua y alimentos ofrecidos a los niños.

Un aspecto crucial de las inspecciones es la supervisión de los menús ofrecidos a los infantes, los cuales deben estar autorizados por nutriólogos y preparados por personal que utilice indumentaria adecuada y técnicas higiénicas de manejo de alimentos. Además de las revisiones regulares, la COEPRIS está abierta a recibir denuncias o quejas de los usuarios, asegurando así que cualquier anomalía sea tratada de manera oportuna y eficaz, promoviendo un ambiente seguro y saludable para los niños de San Luis Potosí.

Las guarderías que no cumplan con estas rigurosas expectativas están sujetas a sanciones y deben realizar mejoras significativas para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños que atienden.