Los Juegos Olímpicos representan el sueño de cualquier atleta que aspira a subir al podio y colocar la bandera de su país en lo más alto. Sin embargo, los objetivos no siempre se cumplen, y algunos atletas tendrán que seguir preparándose para la próxima justa olímpica.
Un ejemplo de perseverancia es la atleta mexicana Sofía Reinoso, quien en su debut en París 2024 tuvo un sabor amargo al no avanzar a la ronda de semifinales en la prueba de slalom K1. A sus 28 años, Reinoso registró un tiempo de 122.40 segundos en la primera prueba y 120.93 segundos en la segunda, ubicándose en el puesto 25 y quedando fuera de las 22 clasificadas a la siguiente ronda.
"Espero que venga más para el próximo ciclo, esto no es el final y el estar aquí compitiendo con los mejores del mundo ya es un gran logro," declaró Reinoso a la agencia Associated Press (AP). A pesar de la eliminación, Sofía continúa siendo una ferviente promotora del canotaje en la modalidad Slalom y ya aspira a competir en Los Ángeles 2028.
La historia de Sofía Reinoso no solo ha capturado el corazón de sus fanáticos, sino que también ha obtenido el apoyo de patrocinadores y sus padres. Además, ha construido una escuela de canotaje en Veracruz, utilizando las clases para generar recursos que le permitan seguir compitiendo en eventos olímpicos.
En una entrevista con los periodistas Omar Flores y León Lecanda de ESPN, Sofía, originaria de Puebla pero radicada en el puerto de Veracruz, reveló las adversidades que ha enfrentado para llegar a los Juegos Olímpicos, siendo la primera mujer poblana en lograrlo en esta disciplina. Además, ha conseguido grandes logros en los Juegos Panamericanos y otras competencias continentales.
Reinoso contó que, para ahorrar dinero, decidió dormir en su automóvil en lugar de pagar hospedaje mientras entrenaba en ciudades como Oklahoma y Carolina del Norte, donde las clases de canotaje cuestan entre 20 y 40 dólares. Incluso, varios policías la desalojaron de estacionamientos de tiendas de autoservicio donde pernoctaba hasta que las pistas de entrenamiento abrían.
La historia de Sofía Reinoso es un testimonio de lucha y perseverancia, demostrando que los obstáculos no pueden detener a aquellos que persiguen sus sueños con pasión y determinación. Aunque París 2024 no fue su momento de gloria, su mirada ya está puesta en Los Ángeles 2028, donde espera representar a México y alcanzar nuevas alturas en el canotaje.