En entrevista con El Sol de México, López explicó que los precios de este alimento básico dependen principalmente de los costos que imponen Gruma y Minsa, dos gigantes en la producción de harina de maíz.
Actualmente, en la Ciudad de México y la zona conurbada, el kilo de tortilla se vende en promedio a 22 pesos, mientras que en otros estados, donde la distribución de la harina es más limitada, el precio puede alcanzar los 32 pesos. “La mayoría de los altos precios se deben a los costos de la harina”, afirmó López, quien representa a más de 130 mil negocios tortilleros.
Un reciente informe de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) reveló que Gruma tiene una posición dominante en el mercado de harina de maíz nixtamalizada, con su marca Maseca vendiendo productos hasta un 9.5% más caros que sus competidores. La Cofece recomendó a la empresa vender cinco de sus plantas para fomentar la competencia. Sin embargo, López argumentó que esta medida no será suficiente, ya que Gruma tiene la capacidad de abastecer todo el país, y la apertura de nuevas plantas podría simplemente incrementar los costos de flete para los clientes.
López también hizo un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para que el gobierno apoye a los productores de maíz y promueva la competencia en el mercado, lo que podría bajar los precios de la tortilla.
Con información de El Sol de México.