El 7 de octubre del presente, resulta que asesinaron al alcalde de Chilpancingo, Guerrero, las autoridades señalaron que encontraron su cuerpo decapitado dentro de una camioneta de lado del copiloto.
Y a solo 6 días de haber tomado posesión como alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán fue victima de los grandes abrazos que da el crimen organizado, eso sin contar que, tres días anteriores a este hecho tan escabroso, el Secretario General de dicho Ayuntamiento, habría sido también asesinado, lo interesante es que dicho alcalde abría pedido el apoyo de las fuerzas de seguridad federales, así como de las estatales, pero al parecer, la solicitud no fue escuchada… la omisión de las autoridades federales y estatales le han costado la vida a los cargos más altos dentro de la administración pública municipal de Chilpancingo.
Me queda claro que mientras nuestra presidente aún sigue en su borrachera de haber sido elegida como la primera mujer encargada del ejecutivo federal, los municipios de la República sufren del abandono de las fuerzas de seguridad, pues el caso del Chilpancingo no es el primero ni el último, tan solo hay que ver a municipios de los estados de Chiapas, Zacatecas, Sinaloa, Chihuahua, Veracruz, solo por mencionar algunos, las alcaldías al verse rebasadas por la delincuencia organizada, han optado por abandonar sus hogares y en caso de contar con el apoyo de las fuerzas del orden, ya sean federales o estatales es para evacuar ranchos, comunidades y hasta municipios enteros, desplazándose a otros estados o en el caso del Sur, hacia Guatemala.
Ahora bien, Claudia Sheinbaum siendo la primer mujer presidente de México, ha heredado deudas económicas, de salud, sociales y de seguridad demasiado delicadas, y desgraciadamente, por lo que ha dicho, seguirá con las mismas políticas, en caso de seguridad de “abrazos y no balazos”, en las que hoy, el descaro viene hasta de nuestras fuerzas castrenses, diciendo que “la violencia que hay en el país no es por causa de ellos, sino de los delincuentes”, eso sin mencionar que tienen el cinismo de todavía declarar “que los delincuentes son los responsables de evitar la violencia que vive el país, pues son ellos quienes alteran el orden con las guerras internas que pudieran tener”, justificando de esta manera sus omisiones en cuanto a brindar seguridad a la ciudadanía.
Hoy las feministas festejan y presumen a los cuatro vientos la foto histórica en la que aparece la ministra presidente Norma Piña, Ifigenia Martínez (quien en paz descansa), quien presidia la mesa directiva del legislativo y a la encargada del ejecutivo Claudia Sheinbaum, las mujeres del poder, será una pena que estos seis años resulten los más críticos en cuestiones de seguridad, economía y salud, pues solo se vislumbra una serie de secretarias nuevas, a cargo de feministas que solo buscan la venganza, la segregación y división mas profunda de la sociedad mexicana, dejándonos a nuestra suerte con los verdaderos problemas que atañen a nuestra sociedad, dejándonos a nuestra suerte de los abrazos del crimen organizado, de la falta de medicinas y ni que decir de la inflación que venga.
