La Vicepresidenta Kamala Harris ha sido objeto de críticas tras su polémica afirmación durante un debate presidencial con el ex presidente Donald Trump, en el que declaró: "A partir de hoy, no hay ningún miembro del ejército de los Estados Unidos en servicio activo en una zona de combate en ninguna zona de guerra por primera vez en este siglo". Esta declaración ha sido calificada de engañosa por expertos militares, soldados y familias de veteranos heridos, quienes señalan que contradice la lista oficial de áreas de combate activas reconocidas por la propia administración.
A pesar de que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos indica que no están comprometidos en un combate directo y que los soldados estadounidenses no están luchando en las zonas de guerra activas, existe personal militar ubicado en áreas que son consideradas zonas de combate. Esta discrepancia ha llevado a una ola de reacciones negativas en redes sociales, destacando una desconexión significativa entre las declaraciones públicas de la administración y las realidades que enfrenta el personal militar estadounidense desplegado en el extranjero.
Un video que muestra a soldados riéndose de las afirmaciones de Harris ha circulado ampliamente, intensificando las críticas. Aunque el video no revela la ubicación exacta de los soldados, ilustra una respuesta contundente ante las declaraciones de la vicepresidenta. Aunque puede ser cierto que algunos soldados estén estacionados en zonas de combate, esto no implica que estén involucrados en conflictos activos. Sin embargo, la afirmación de Harris de que no hay soldados apostados en el exterior es considerada inexacta.
La controversia ha puesto de manifiesto la necesidad de un debate honesto sobre el estado de las operaciones militares de EE. UU. y los sacrificios de quienes sirven en zonas de conflicto. Los críticos argumentan que tales declaraciones no solo distorsionan la realidad, sino que también menoscaban los sacrificios de los soldados en servicio.
Esta situación resalta la importancia de una comunicación clara y precisa por parte de los funcionarios públicos, especialmente cuando se trata de temas tan delicados como la seguridad nacional y el bienestar de las fuerzas armadas.
Con información de Firstpost.
