Un reciente hallazgo en Pompeya ha dejado impresionados a los arqueólogos al descubrir una casa notablemente decorada, conocida como la Casa de Fedra, en referencia a la reina mitológica de Atenas, que se destaca en uno de sus frescos. Este sitio, ubicado en el corazón del parque arqueológico, revela un enfoque arquitectónico inusual para su época, ya que la vivienda no fue construida alrededor del tradicional atrio romano, un espacio central caracterizado por su estanque para recoger agua de lluvia.
A pesar de sus dimensiones reducidas, la Casa de Fedra se distingue por la calidad y riqueza de sus decoraciones murales, comparables a las de casas mucho más grandes y opulentas halladas en la misma área. Este descubrimiento ofrece una visión fascinante sobre la evolución de los estilos arquitectónicos en el siglo I d.C. y resalta la creatividad y el ingenio de los antiguos romanos.
Pompeya, que fue devastada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., se mantuvo oculta bajo una capa de ceniza volcánica que preservó su cultura y arquitectura. Este trágico evento resultó en la muerte de miles de habitantes, quienes vivían desprevenidos bajo el poder del volcán. Entre los frescos de la Casa de Fedra, se encuentran escenas mitológicas que incluyen la relación entre Fedra e Hipólito, así como un encuentro entre un sátiro y una ninfa, y posibles representaciones de Venus y Adonis.
Además de estas obras destacadas, la vivienda presenta una variedad de motivos naturales en miniatura, meticulosamente conservados, que añaden un toque vibrante a la rica historia de la antigua ciudad. Este descubrimiento sigue alimentando el interés por la historia de Pompeya y su capacidad para proporcionar un vistazo a la vida cotidiana en la antigua Roma.