La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha confirmado la presencia de tropas norcoreanas en Rusia, lo que representa una nueva preocupación para la seguridad en la región del Indopacífico. Esta información surge en un contexto donde el Kremlin, en un primer momento, había descalificado los informes sobre el despliegue militar, tildándolos de "falsos".
Sin embargo, durante la reciente cumbre de los BRICS, celebrada el 24 de octubre, el presidente ruso, Vladimir Putin, fue cuestionado acerca de la presencia de las tropas norcoreanas y, notablemente, no negó los reportes. Esta falta de desmentido ha generado inquietud en la comunidad internacional, ya que sugiere una colaboración más estrecha entre Rusia y Corea del Norte, en un momento en que ambos países enfrentan crecientes sanciones y presiones globales.
La OTAN ha manifestado que este despliegue no solo representa un desafío para la seguridad regional, sino que también podría tener repercusiones en la estabilidad de toda la región del Indopacífico. La alianza militar está atenta a los desarrollos, considerando que la cooperación entre Corea del Norte y Rusia podría intensificar las tensiones en un contexto ya de por sí delicado.