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Gustavo Candia
Opinión

La última y nos vamos...

Como en una fiesta, donde no te quieres ir, pero tu celular anuncia ya 10 llamadas perdidas de tu esposa, realizas tu último brindis, tu último salud, tu último chiste, tu último argumento, todo para que tu esposa no llegue a límites de dejarte fuera de la casa y solo te deje en el sillón, y también para irte bien de la fiesta, y que seas recordado en su momento, así el lunes 28 de octubre se empezó a correr el rumor de que 8 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación renunciarían al cargo, en cumplimiento a los artículos transitorios del decreto de la reforma judicial, que establece que los ministros podrán acceder a un haber de retiro si presentan su renuncia antes del 31 de octubre, esto no sin antes haberles dejado una preciosa joya de análisis y hasta de catedra en derecho en los famosos resultandos y considerandos de la resolución en contra de la “Reforma Judicial”en cuanto a la elección de jueces y magistrados por vía popular, emitida por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá.

En estos últimos momentos de coherencia republicana y demócrata, estos 8 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se despiden de sus cargos con la frente en alto, habiendo defendido la Legalidad y la Justicia de este país hasta su último día en sus cargos, pues ante semejante mezquindad, voracidad, rencor, cerrazón, intolerancia, incoherencia y lo mas delicado de todo, con tanta IGNORANCIA, hoy personas perversas han tomado el control de la República.

Ante presiones y guerra que tenían los Poderes de la Unión, 8 de los 11 Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, han optado por dejar sus cargos y no poner en riesgo la institucionalidad de este país, pues cuando se pelea en contra de la ignorancia, el rencor, la cerrazón, la voracidad juntas, no hay nada que se pueda hacer, mas que hacerse aún lado para causar el menor de los daños. Sin duda no podemos reprocharles a estas personas nada en lo absoluto, pues si hicieron algo, fue defender lo poco que quedaba de legalidad y justicia, esto sin mencionar que su gran pecado fue, el que fueran eruditos en la interpretación de la Ley.

Finalmente, el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá deja una sentencia digna de estudio y catedra para muchos que somos licenciados en derecho, pues como analiza y resuelve la reforma judicial de manera sobria y madura, es digna de reconocerse atacando 2 puntos principalmente, que son:

1- La invalidación de la elección popular de jueces y magistrados.

2- La Eliminación de “jueces sin rostro”.

Sin embargo, deja abierta la posibilidad de la elección de los ministros, mediante la vía del voto popular, debido a que, según sus argumentos, al ser ellos parte de la misma reforma no pueden pronunciarse de si mismos, pues serían juez y parte, por lo que, respetando los principios de derecho, no pueden analizar dicha parte de la reforma.

Extraordinario gesto de patriotas que hoy se retiran, y dejan un legado en manos de personas neófitas que lo pisotearan, trataran de incriminarlos y hasta menospreciaran su salida, tildándolos de convenencieros vendidos.

Sin duda las palabras de Monreal de seguir insistiendo que no obedecerán a las ordenanzas del Poder Judicial menoscaban el estado de derecho en México, y convierte en mártires a estos 8 técnicos que dieron todo por una Institución que venia creciendo y evolucionando de manera orgánica, que requería reformas y ajustes, pero no de la manera que señalaron los detractores del oficialismo.

Se murió el debate, se murió la diversidad de ideas, se murió la libertad de expresión, se murió la justicia y se murió el Estado de Derecho en México, hoy solo queda la supuesta “justicia” de lo que les convenga a nuestros gobernantes. 

Como diría un personaje político de la historia contemporánea mexicana “los demonios andan sueltos y han triunfado”.