Las autoridades de Nueva York y Ontario se encuentran en máxima alerta luego de un trágico suceso en las Cataratas del Niágara. En un impactante incidente, Chianti Means, de 33 años, pasó la barandilla de seguridad junto a sus dos hijos, Roman Rossman, de 9 años, y Mecca Means, de solo 9 meses, antes de precipitarse al vacío. La familia cayó desde una altura mortal en uno de los puntos más peligrosos de las cataratas, según informó la policía local.

El suceso ocurrió aproximadamente a las 9 de la noche, cuando los turistas y trabajadores aún permanecían en la zona. Testigos reportaron que la madre cruzó el área de seguridad y, poco después, saltó junto a sus hijos. Aunque se desplegaron equipos de rescate inmediatamente, el acceso a la zona es extremadamente complejo, lo que ha dificultado los esfuerzos de recuperación de los cuerpos. Los oficiales señalaron que la fuerza del agua y la ubicación accidentada suponen un riesgo adicional para los equipos de rescate, quienes avanzan con extrema precaución.

La policía de Nueva York y las autoridades canadienses están colaborando en la investigación para esclarecer las causas que llevaron a esta tragedia, al tiempo que se mantienen atentos a las difíciles condiciones de la zona, reconocida por su peligrosidad debido a las fuertes corrientes y la altura de las caídas. Este hecho ha conmocionado a la comunidad y ha motivado a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad en la zona turística, recordando a los visitantes la importancia de respetar las barreras de seguridad para evitar futuros accidentes.

Hasta el momento, los restos de la madre y sus hijos no han sido localizados, y la zona permanece bajo vigilancia continua en espera de resultados de búsqueda y rescate, mientras la comunidad de ambos países lamenta profundamente la pérdida.