Por Redacción Contra Réplica

El papa Francisco insta a una educación accesible y alerta sobre los riesgos de la inteligencia artificial

Durante una visita a la Universidad Gregoriana de Roma, el pontífice llama a democratizar la educación y a rechazar el uso excesivo de la tecnología en el ámbito académico.

El papa Francisco, en una reciente visita a la Universidad Gregoriana de Roma, enfatizó la importancia de una educación accesible, afirmando que “la educación no debe ser un privilegio” y que debe estar “al alcance de todos”. En su discurso, el papa defendió la necesidad de una universidad que no pierda el contacto con las realidades humanas y sociales, expresando que las instituciones académicas deben “oler a carne de pueblo y no pisotear las diferencias”, promoviendo así una integración sin jerarquías y una cercanía a las necesidades de los más vulnerables.

El pontífice también aprovechó la oportunidad para advertir sobre la creciente dependencia de la inteligencia artificial en la educación, sugiriendo que “ningún algoritmo podrá sustituir a la poesía, la ironía y el amor”, y que los estudiantes deben tener la oportunidad de conectar con sus emociones y desarrollar una visión humanista. Francisco abogó por menos formalidad en el espacio educativo, proponiendo “menos sillas y más mesas sin jerarquías, una al lado de la otra”, en un ambiente donde prevalezca la horizontalidad y el intercambio genuino.

En su ‘lectio magistralis’, en la cual citó a figuras como Fiodor Dostoyevski, William Shakespeare y Francisco de Quevedo, el papa definió a la universidad como “una casa del corazón, de la cultura y una misión de amor”, y criticó la tendencia a poner el control de la educación en manos de gestores. A su juicio, el sistema académico necesita liberarse de lo que denominó una “coca-cola espiritual”, es decir, la trivialización de la enseñanza y la investigación en favor de intereses superficiales o comerciales. Para el papa, una universidad debe ser un lugar donde se cultiven valores profundos y no se prioricen estructuras de poder.

La Pontificia Universidad Gregoriana, que pertenece a la Compañía de Jesús, es la más antigua de las universidades pontificias y tiene una larga tradición en la formación de líderes de la Iglesia. Fundada en 1551 por San Ignacio de Loyola, la institución ha formado a 27 santos y 16 papas, y actualmente el 36% del colegio cardenalicio y el 24% de los obispos católicos son exalumnos de esta histórica universidad.