En un paso controvertido hacia el endurecimiento de las políticas migratorias en el sur de Estados Unidos, los votantes de Arizona aprobaron con un 63 por ciento de los votos la Propuesta 314, una nueva legislación que pone en vigor medidas más severas contra la migración irregular. La ley, que ha generado fuertes debates, convierte en un crimen el cruce ilegal de la frontera con México y otorga poderes adicionales a las fuerzas de seguridad del estado, permitiéndoles arrestar a migrantes indocumentados y aplicar leyes federales de inmigración.
Uno de los aspectos más controvertidos de la Propuesta 314 es que brinda inmunidad legal a los departamentos de policía de Arizona en el ejercicio de sus funciones migratorias, es decir, no podrán ser demandados por sus acciones relacionadas con la aplicación de la ley migratoria. Además, los jueces estatales, no los de migración, tendrán la facultad de emitir órdenes de deportación, lo que expande aún más la autoridad local sobre los procesos migratorios.
La nueva legislación también introduce sanciones severas para aquellos migrantes que intenten utilizar documentación falsa para acceder a beneficios públicos o empleos en el estado. Asimismo, establece que las agencias gubernamentales encargadas de otorgar estos beneficios deberán verificar la información de los solicitantes utilizando el sistema federal E-verify, una herramienta que se utiliza para validar el estatus migratorio de los individuos.
Otro componente importante de la Propuesta 314 es su enfoque en el tráfico de fentanilo, al establecer penas más duras para aquellos que trafiquen con esta sustancia, especialmente en casos en los que se registre la muerte de una persona debido al consumo de la droga.
La nueva ley ha sido comparada con la polémica SB1070 de 2010, que también generó un fuerte rechazo y numerosas protestas debido a sus medidas estrictas. La ley SB1070 permitió a la policía local cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, incluso por infracciones menores de tránsito, lo que desencadenó una serie de boicots y desafíos legales a nivel federal.
A pesar de que la Propuesta 314 busca combatir la migración indocumentada, ha sido duramente criticada por diversas organizaciones civiles y de derechos humanos, que consideran que la ley podría exacerbar la discriminación y la violencia contra la comunidad migrante. Además, algunos departamentos de policía en Arizona han expresado su preocupación, señalando que la ley no incluye fondos adicionales para la implementación de estas nuevas tareas migratorias, lo que podría generar una sobrecarga en los recursos locales.
En este contexto, la Propuesta 314 marca un cambio significativo en la política migratoria de Arizona, intensificando el control y la vigilancia sobre la migración irregular, pero también generando incertidumbre sobre sus efectos a largo plazo tanto para los migrantes como para las fuerzas del orden.