Por Redacción Contra Réplica

Intensos ataques rusos con drones dejan daños y heridos en Kiev en plena guerra con Ucrania

Rusia intensifica su ofensiva con drones Shahed sobre la capital ucraniana, provocando daños en edificios residenciales y zonas comerciales, y generando incertidumbre sobre el apoyo internacional.

Rusia lanzó un devastador ataque nocturno sobre Kiev, capital de Ucrania, utilizando enjambres de drones Shahed en una ofensiva que se prolongó por cerca de ocho horas, según informaron las autoridades este jueves. El dron Shahed es un tipo de vehículo aéreo no tripulado (VANT) desarrollado por Irán, conocido principalmente por su uso en conflictos militares. Estos drones son considerados de bajo costo y diseñados para ser utilizados principalmente en misiones de ataque, como parte de una estrategia para infligir daño a infraestructuras enemigas, sin la necesidad de arriesgar aviones tripulados.

El Shahed está disponible en varias versiones, siendo las más conocidas el Shahed-131 y Shahed-136. Estos drones son de tipo loitering munition (munición que merodea), lo que significa que están diseñados para deambular en el área de combate hasta encontrar un objetivo, tras lo cual realizan un ataque suicida contra el objetivo.

En términos de características, los drones Shahed son relativamente pequeños, lo que los hace difíciles de detectar por los sistemas de defensa aérea convencionales. Están equipados con explosivos y, a menudo, se lanzan en grandes enjambres para saturar las defensas del enemigo. Este tipo de dron es conocido por su capacidad para infligir daño a infraestructuras críticas como redes eléctricas, edificios y sistemas de comunicación.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia ha utilizado estos drones Shahed como una herramienta clave en sus ataques contra ciudades ucranianas, con el objetivo de debilitar las defensas del país y causar daños a la infraestructura civil. Los drones Shahed, además de su bajo costo, son vistos como una forma efectiva de guerra asimétrica, permitiendo a Rusia lanzar ataques sin depender de misiles costosos y de largo alcance.

El bombardeo provocó daños en al menos diez edificios, entre ellos un centro médico y un complejo de oficinas, dejando a dos personas heridas. Estos ataques con drones Shahed, de fabricación iraní, son parte de una estrategia de Rusia para desgastar la infraestructura ucraniana y causar miedo entre la población civil, utilizando una tecnología menos costosa pero efectiva para las fuerzas rusas.

Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar tres docenas de drones, aunque los restos de estos aparatos dañaron un restaurante ubicado en el piso 33 de un edificio en el distrito de Pechersk, una de las áreas más exclusivas de Kiev. Otros tres edificios residenciales también sufrieron daños en diversas zonas de la ciudad, según Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev.

Durante el ataque, las fuerzas rusas emplearon diferentes tácticas, lanzando drones de forma aislada y en grupos desde diversas direcciones, con el aparente objetivo de forzar las defensas aéreas ucranianas. A pesar de que por el momento no se ha activado una nueva alerta de ataque aéreo, Popko advirtió sobre la posible presencia de más drones rusos en el espacio aéreo ucraniano que podrían dirigirse a la capital.

Este aumento en la ofensiva rusa coincide con declaraciones del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, quien señaló a principios de esta semana que Rusia está utilizando diez veces más drones que el año anterior. Los constantes ataques con drones buscan no solo debilitar las defensas aéreas ucranianas, sino también hacer que los habitantes de Kiev vivan en un estado de tensión constante debido a las explosiones y al zumbido persistente de estos dispositivos.

Además de los ataques en Kiev, se registraron incidentes en otras regiones de Ucrania. En Zhytomyr, al oeste de la capital, un ataque ruso dejó a la región parcialmente sin electricidad, según reportó la compañía de energía local, Zhytomyroblenergo. En el sur, la ciudad de Odesa también fue blanco de un dron ruso que hirió a una persona y dañó un edificio residencial de once pisos, según indicó el gobernador regional, Oleh Kiper.

En el contexto actual, el apoyo de Occidente resulta crucial para Ucrania, cuyo ejército continúa enfrentando una guerra de desgaste contra las fuerzas rusas, mejor armadas y con un mayor número de recursos. Desde que Rusia inició su invasión a gran escala en febrero de 2022, Ucrania ha estado bajo un asedio constante, y las ciudades ucranianas enfrentan ataques casi diarios que han dejado una gran cantidad de bajas civiles y desplazamientos masivos de la población.

Los enfrentamientos no solo son militares, sino que también abarcan una guerra de desgaste económico, donde Rusia utiliza tácticas de ataques con drones y misiles para dañar infraestructura crítica y debilitar la resistencia ucraniana. Además, el empleo de drones Shahed, suministrados por Irán, es una muestra de la colaboración entre Rusia y otros países que buscan apoyar su causa, lo que genera aún más preocupación en la comunidad internacional sobre el alcance y el impacto de esta guerra.

A medida que se acercan los 1,000 días de conflicto, las fuerzas rusas han ajustado sus tácticas para mantener la presión sobre Ucrania y sus aliados. Los constantes ataques con drones no solo desgastan las defensas aéreas ucranianas, sino que también impactan en la moral de la población civil y afectan la vida cotidiana de miles de personas. La ciudad de Kiev, al igual que otras áreas clave, ha sufrido graves daños en su infraestructura, que incluye desde redes eléctricas hasta hospitales y edificios de viviendas.

La comunidad internacional sigue apoyando a Ucrania, aunque con un creciente debate sobre la durabilidad de esta ayuda. El reciente cambio político en Estados Unidos, con la elección de Donald Trump como presidente, ha agregado incertidumbre respecto al respaldo militar y financiero que Ucrania ha recibido de Occidente. Este apoyo es crucial para que el país pueda mantener su resistencia en una guerra prolongada, pero con las nuevas tensiones políticas en Estados Unidos, Ucrania enfrenta ahora dudas sobre la continuidad de este respaldo esencial.

En este escenario de asedio y desgaste, Rusia parece decidido a prolongar el conflicto con el objetivo de reducir la resistencia ucraniana y desgastar el apoyo internacional, buscando eventualmente forzar una negociación en términos favorables a sus intereses.

Las ONG y analistas de defensa consideran que Rusia está empleando estos ataques con drones como una táctica para prolongar el conflicto, buscando debilitar el respaldo internacional a Ucrania y desgastar la capacidad de respuesta del país.

Con información de Infobae.