Donald Trump, ganador de las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos, ha prometido implementar en su primer día en la Casa Blanca una serie de acciones que buscan transformar el panorama social y político del país. Durante su campaña, el líder republicano aseguró que pondría en marcha múltiples decretos para cumplir con sus ambiciosas promesas, abarcando temas de inmigración, derechos trans y política ambiental.
Entre sus promesas más destacadas está un plan de deportación masiva de inmigrantes indocumentados. Trump ha declarado que su objetivo es expulsar a millones de personas sin documentos, un proyecto que requerirá la cooperación de agencias federales y autoridades locales, así como una fuerte inversión en recursos. Especialistas advierten que esta medida, además de enfrentar retos legales, podría impactar la economía y dividir a las comunidades.
Otra de las medidas polémicas anunciadas es su intención de eliminar la ciudadanía por nacimiento, un derecho establecido en la Enmienda 14 de la Constitución de Estados Unidos. Sin embargo, los expertos señalan que para modificar este principio constitucional, Trump necesitaría el respaldo del Congreso y la aprobación de tres cuartas partes de los estados, un proceso complejo y difícil de lograr.
El republicano también se ha comprometido a prohibir la participación de mujeres trans en deportes femeninos y a restringir las cirugías de afirmación de género para menores de edad, dos medidas que han sido ampliamente aplaudidas por su base conservadora. Además, busca reducir la financiación federal a instituciones educativas que aborden temas relacionados con raza, género u orientación sexual, aunque para concretarlo necesitará la aprobación del Congreso.
En cuanto a política exterior, Trump ha prometido terminar con la guerra en Ucrania en un solo día. A pesar de que no ha especificado los detalles de su plan, su enfoque hacia una posible concesión de territorios a Rusia ha generado inquietud entre los aliados de Ucrania en la OTAN.
Otro punto de su agenda es la eliminación de las regulaciones ambientales implementadas por la administración Biden, en particular aquellas dirigidas a fomentar la fabricación de vehículos eléctricos. Trump, quien ha sido crítico de la crisis climática, ha expresado su intención de favorecer la producción de combustibles fósiles y revertir las políticas ambientales actuales.
Además, el magnate ha declarado que planea indultar a quienes participaron en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, y ha prometido despedir al fiscal especial Jack Smith, encargado de las investigaciones relacionadas con la injerencia electoral de 2020.
Estas iniciativas revelan una visión de cambio radical en diversos frentes y han sido recibidas con entusiasmo por sus seguidores. No obstante, expertos señalan que muchas de estas promesas podrían enfrentar obstáculos legales y desafíos legislativos. A pesar de la resistencia anticipada, Trump parece decidido a dejar su huella desde el primer día de su regreso a la Casa Blanca.