En una tragedia que ha dejado a China en estado de shock, un hombre arrolló a un grupo de peatones frente a un centro deportivo en la ciudad de Zhuhai, ubicada en la provincia de Cantón, al sur del país. El ataque, ocurrido el lunes a las 19:48 horas, dejó al menos 35 personas fallecidas y 43 heridas, según informaron las autoridades locales.
El sospechoso, identificado como Fan, utilizó un vehículo pequeño para embestir a los transeúntes en el distrito de Xiangzhou. Tras el atropellamiento, el hombre intentó escapar, pero fue interceptado por la Policía mientras sostenía un cuchillo e intentaba autolesionarse. Pese a las graves heridas autoinfligidas, Fan fue trasladado a un hospital donde se encuentra bajo custodia y en estado inconsciente, lo que ha impedido que las autoridades puedan interrogarlo hasta el momento.
Los primeros reportes de la Policía local indican que el ataque podría haber estado motivado por problemas personales de Fan relacionados con un reciente divorcio y disputas en la división de bienes. Las investigaciones preliminares, basadas en grabaciones de cámaras de seguridad y declaraciones de testigos, sugieren que la "insatisfacción" del atacante podría haber sido la causa de su acto violento.
En el lugar del ataque, la comunidad de Zhuhai permanece conmocionada. Las autoridades confirmaron que la vida de los heridos no corre peligro y que se están tomando todas las medidas para atender a las víctimas. La respuesta gubernamental no se hizo esperar; el presidente de China, Xi Jinping, instó a brindar apoyo total a los heridos y exigió que se aplique la ley con toda severidad contra el responsable de este trágico suceso, según reportó la agencia estatal Xinhua.
Los ataques contra transeúntes se han vuelto más comunes en China en el último año, con casos similares en los que los agresores utilizan cuchillos o, como en esta ocasión, vehículos para dañar a personas inocentes. El año pasado, otro atropellamiento en la provincia de Cantón resultó en seis muertos y 29 heridos. Tanto en la prensa local como en redes sociales, estos ataques han sido calificados como actos de "venganza contra la sociedad", pues se ha observado que los autores suelen actuar movidos por la frustración generada por conflictos legales, sentimentales o económicos.
Mientras China sigue enfrentando estos incidentes, la tragedia en Zhuhai pone de relieve la urgencia de tomar medidas preventivas y brindar apoyo psicológico y legal a quienes atraviesan situaciones personales complicadas.
