Ante el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la amenaza de endurecimiento de las políticas migratorias, las caravanas de migrantes atraviesan México a un ritmo acelerado, buscando llegar a la frontera norte antes de su toma de posesión.
El flujo migratorio en 2024 ha alcanzado niveles históricos, duplicándose en comparación con el año anterior. De enero a agosto, más de 925 mil personas ingresaron a México de manera irregular, según cifras oficiales. Desde Tapachula, Chiapas, caravanas masivas han comenzado a desplazarse, con la más reciente saliendo el 19 de noviembre, integrada por cerca de 2,500 personas. Este grupo representa la 14.ª caravana registrada en el año y la tercera desde el triunfo de Trump.
Entre los migrantes predominan ciudadanos de Centroamérica, además de contingentes provenientes de Venezuela, Colombia, Haití, Cuba y otros países de América Latina. Su objetivo principal es llegar a los puertos fronterizos, donde esperan obtener citas para visas humanitarias a través de la aplicación CBP One de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. Sin embargo, los tiempos de espera para estas citas han aumentado hasta siete u ocho meses, complicando aún más la situación para quienes buscan asilo.
En el sur de México, los albergues están al límite de su capacidad. En Tapachula, el albergue Belén, con espacio para 150 personas, aloja actualmente a más de 270. “El flujo no ha disminuido, pero con la aplicación CBP One ha llegado aún más gente”, declaró el sacerdote César Augusto Cañaveral, quien dirige el refugio.
El Instituto Nacional de Migración ofrece permisos temporales para permitir el tránsito seguro de los migrantes, pero el miedo a las posibles políticas de deportación masiva bajo la administración Trump ha llevado a muchos a arriesgarse. Las caravanas enfrentan peligros constantes como secuestros, extorsiones, enfrentamientos con la Guardia Nacional y accidentes en su trayecto.
Luis Rey García Villagrán, coordinador de Dignificación Humana, afirmó que el objetivo de los migrantes es llegar a la frontera norte antes de enero. “Con Trump regresando al poder, las amenazas de deportación masiva son reales, y el tiempo juega en su contra”, concluyó.
Con información de Proceso.
