Angela Merkel, la ex canciller alemana, reveló detalles sobre su desafiante relación con Donald Trump en su nuevo libro de memorias, titulado "Libertad". Según adelantos publicados en el semanario alemán Die Zeit, Merkel afirma que uno de sus primeros errores con el entonces presidente estadunidense fue tratarlo como si fuese "completamente normal". Esta aproximación inicial, dice, le llevó a subestimar la naturaleza "emocional" de Trump y su debilidad por los líderes autoritarios.
En las más de 700 páginas de su obra, que saldrá oficialmente el próximo martes, Merkel ofrece una mirada retrospectiva a su vida política, comenzando por su formación en la Alemania del Este comunista, pasando por su ascenso en la Unión Demócrata Cristiana (CDU), hasta llegar a sus 16 años en el poder, en los que se ganó el título de "reina de Europa" y líder del "mundo libre".
Trump es más una persona 'emocional'; le gusta impresionar: Merkel
Uno de los episodios más destacados de su libro se centra en su primer encuentro con Trump en 2017, en la Oficina Oval, cuando él se negó a darle la mano frente a las cámaras.
"En lugar de soportarlo estoicamente, le susurré que deberíamos volver a darnos la mano", escribe Merkel en el libro. "Tan pronto como las palabras salieron de mi boca, negué con la cabeza. ¿Cómo podría olvidar que Trump sabía exactamente lo que estaba haciendo? Queriía dar a la gente algo de qué hablar con su comportamiento, mientras que yo había actuado como si estuviera teniendo una conversación con alguien completamente normal".
El libro también arroja luz sobre las profundas diferencias de estilo entre ambos líderes. Merkel describe a Trump como una persona emocional, con un enfoque impulsado por el agravio y la necesidad de impresionar, en contraste con su propio enfoque fáctico y orientado a los detalles.
"Parecía que su objetivo principal era hacer que la persona con la que hablaba se sintiera culpable… al mismo tiempo, tenía la impresión de que él también quería agradarle a la persona con la que hablaba", escribió Merkel.
La ex canciller también señala que Trump parecía estar más interesado en los líderes con rasgos autocráticos y dictatoriales que en tender puentes con los aliados tradicionales. En este sentido, Merkel asegura que Trump estaba "fascinado con el presidente ruso" y que "políticos con rasgos autocráticos y dictatoriales lo tenían bajo su hechizo".
Tras sus primeras conversaciones con Trump, Merkel concluyó que él "veía todo como el promotor inmobiliario que era antes de entrar en política, como un juego de suma cero". Según Merkel, para Trump, "todos los países eran rivales en los que el éxito de uno significaba el fracaso del otro" y no creía en la posibilidad de aumentar la prosperidad para todos mediante la cooperación.
Pocos meses después de aquel primer encuentro, Trump anunció que Estados Unidos abandonaría el Acuerdo Climático de París. Este revés fue un duro golpe para Merkel, quien incluso buscó el consejo del Papa Francisco para lidiar con la situación.
"Sin dar nombres, le pregunté cómo abordaría opiniones fundamentalmente opuestas dentro de un grupo de personalidades importantes", relató Merkel. "Él entendió inmediatamente y dijo simplemente: 'Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa'. Me gusta esta imagen".
La tensa relación entre ambos líderes parece haber dejado huella en Trump, quien continúa mencionando a Merkel en sus discursos públicos. En un mitin reciente en Pensilvania, Trump afirmó que "los alemanes no me querían porque dije que había que pagar", aparentemente refiriéndose al gasto en defensa dentro de la OTAN. "Le dije a Ángela: Ángela, no has pagado", declaró el expresidente.