Por Cindy Palencia

El estrés puede convertir el cabello en canas, según estudio

La ciencia respalda la teoría de que el estrés influye en la aparición prematura de canas.

Según la leyenda, en 1793, la noche previa a su decapitación, el cabello de María Antonieta perdió su color y quedó completamente blanco. Aunque este relato no tiene sustento histórico, la ciencia respalda la idea de que el estrés puede acelerar el proceso de encanecimiento.

Un nuevo estudio de la Universidad de Columbia, publicado en la revista eLife, establece una conexión directa entre el estrés psicológico y la aparición de canas. Según Martin Picard, profesor de medicina del comportamiento en la Universidad de Columbia y coautor del estudio, este es el primer análisis que evidencia dicha relación: “Por décadas hemos tratado de entender la influencia del estrés en el proceso de la aparición de canas, y este es el primer estudio que lo demuestra”.

El mecanismo detrás de este fenómeno podría estar relacionado con el sistema nervioso simpático y las mitocondrias, las cuales pueden verse afectadas por el estrés, provocando la reducción de melanina, el pigmento que da color al cabello. Aunque algunas personas pueden recuperar temporalmente el color de su cabello al eliminar la fuente de estrés, este efecto no ocurre en todos los casos, especialmente en quienes ya tienen canas desde hace tiempo.

Expertos como Victoria Barbosa, profesora asociada de dermatología en la Universidad de Medicina de Chicago, aseguran que aunque el estrés es uno de varios factores que pueden influir en el encanecimiento, aún se necesitan más estudios para comprender la relación mente-cuerpo.

Por otro lado, la doctora Garshick señala que el estrés puede causar daños oxidativos en las células productoras de pigmento, lo que lleva a una menor producción de melanina. Además, investigaciones en animales han demostrado que el estrés puede causar el agotamiento de células madre en los melanocitos, acelerando el encanecimiento.

Aunque aún no se tiene una explicación definitiva, este estudio refuerza el vínculo entre el estrés y los cambios en el color del cabello, abriendo nuevas líneas de investigación en este fascinante tema.