Nigel Richards, jugador profesional de Scrabble con cinco títulos mundiales en inglés, sorprendió al ganar el campeonato mundial de Scrabble en español en Granada, España, el pasado mes de noviembre. Lo notable es que el neozelandés no habla español y tuvo que enfrentar la competencia utilizando únicamente su extraordinaria memoria para estudiar la lista de palabras en este idioma.
Según Liz Fagerlund, amiga de Richards que trabaja para Scrabble en Nueva Zelanda, el jugador comenzó a memorizar la lista de palabras en español hace un año. A pesar de la barrera idiomática, Richards logró ganar el torneo tras perder solo una partida de 24, mientras que su oponente más cercano fue el argentino Benjamín Olaizola, quien sí habla español.
La victoria de Richards es aún más destacada si se considera que ya había ganado el campeonato mundial de Scrabble en francés en 2015 y 2018, a pesar de no hablar ese idioma. Su habilidad para memorizar patrones de palabras y aplicar estrategias matemáticas lo han convertido en una leyenda en el mundo del Scrabble internacional, donde es reconocido como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
La estrategia para competir en el torneo mundial en español fue compleja, ya que Richards tuvo que adaptarse a palabras de hasta nueve letras, algo que supone un desafío diferente en comparación con las reglas en inglés. Sin embargo, su capacidad para visualizar palabras y patrones jugó un papel clave para mantenerse competitivo frente a otros jugadores expertos.
El camino de Richards en Scrabble es fascinante. En 2008, fue el primer jugador en obtener simultáneamente los títulos mundiales de Estados Unidos y Reino Unido, después de tener que modificar su vocabulario al eliminar 40,000 palabras en inglés que no estaban incluidas en la versión estadounidense del juego.
Aunque su historia es un fenómeno en la comunidad de Scrabble, Richards es extremadamente privado y se muestra reacio a entrevistas. Liz Fagerlund mencionó que Richards no comprende el interés que la prensa tiene en su carrera y que nunca ha buscado ser el foco de atención, a pesar de sus logros.
Este último título refuerza su estatus como una de las figuras más icónicas de la historia del Scrabble. Con un enfoque estratégico basado en matemáticas y un talento excepcional para el juego, Nigel Richards ha demostrado que la habilidad, más que el idioma, es la clave para alcanzar la gloria en este complejo y competitivo juego de mesa.
Con información de Proceso.