El enfrentamiento musical entre Kendrick Lamar y Drake, dos de los titanes del rap actual, trascendió las rimas y los beats para convertirse en un fenómeno económico y cultural. Según datos de Forbes y complementados por Billboard, las diss tracks de ambos artistas generaron un total de USD 15.4 millones, con Lamar emergiendo como el claro vencedor tanto en ingresos como en reconocimiento público.
En el hip hop, una diss track no solo es un ataque lírico, sino una prueba de habilidad narrativa y crítica. Este tipo de canciones, cargadas de referencias personales y metáforas incisivas, forman parte esencial de la cultura del género. Ejemplos clásicos como “Ether” de Nas o “Hit ‘Em Up” de Tupac Shakur han marcado hitos en la historia del rap, y Lamar y Drake revivieron este legado con temas como “Not Like Us” y “Family Matters”.
Kendrick Lamar dominó el conflicto con “Not Like Us”, que acumuló USD 7.6 millones en ingresos y permaneció en el #1 del Billboard Hot 100 durante seis semanas consecutivas. Además, rompió récords en la lista de Hot Rap Songs, estableciéndose como uno de los éxitos más importantes del año. Otra de sus canciones, “Like That”, aportó USD 4.6 millones más, reafirmando su posición como el líder de esta disputa.
Por su parte, las diss tracks de Drake, “Family Matters” y “Push Ups”, lograron menos de USD 1 millón cada una, quedando rezagadas frente al impacto de Lamar.
Ambos artistas aprovecharon plataformas digitales como Instagram para lanzar temas exclusivos, conectando directamente con sus seguidores. Sin embargo, este formato no tradicional limitó el impacto financiero de algunas canciones, como “6:16 in LA” de Lamar y “Taylor Made Freestyle” de Drake, esta última retirada tras problemas legales por el uso de voces generadas por IA.
Más allá de las cifras, Lamar se consolidó como el gran ganador al recibir cinco nominaciones al Grammy, incluyendo mejor canción de rap y canción del año por “Not Like Us”. Además, fue anunciado como el invitado principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX, que se celebrará en febrero de 2025 en Nueva Orleans.
Por otro lado, Drake enfrentó problemas legales al presentar una demanda contra Universal Music Group (UMG), alegando manipulación en plataformas como Spotify para favorecer a Lamar. Aunque UMG desestimó las acusaciones, este conflicto no involucró directamente a Lamar, quien se mantuvo al margen.
La rivalidad entre Kendrick Lamar y Drake no solo revivió la tradición de las diss tracks, sino que también dejó claro el impacto del rap en la cultura global, demostrando que las rimas aún pueden dominar tanto en los charts como en las finanzas.
Con información de Infobae.